Real Alcázar de Sevilla. Puerta del León



Este extraordinario recinto, verdadera joya de la ciudad, ha sido a lo largo de los siglos, sede de dignatarios y príncipes musulmanes de la Sevilla islámica, y desde 1.248 hasta hoy, residencia de los reyes castellanos y en la actualidad de la familia real española cuando visitan la ciudad.


Los periodos islámicos y cristianos han ido dejando su huella tanto en la arquitectura como en sus espléndidos jardines. Como residencia real, ha vivido muchos episodios vinculados a sus miembros, tales como nacimientos, muertes y bodas. Aquí nació Fernando IV; el primogénito de los Reyes Católicos Juan y la Infanta Maria Antonieta hija de Felipe V. En sus dependencias reales, murió Fernando III el Santo, conquistador de la ciudad, así como su hijo Alfonso X el Sabio y Dª María de Padilla. De las bodas reales, una de la más relevantes tenemos la de Isabel (hija de los Reyes Católicos) con Alfonso de Portugal; la de Germana de Foix (segunda esposa y viuda del rey Fernando el Católico) con el Duque de Calabria; la del emperador Carlos V con Isabel de Braganza y hace muy pocos años, casó la primogénita Infanta Dª Elena, hija del rey D. Juan Carlos I.


ALCAZAR ISLÁMICO



Siguiendo la traza de Adlallah ben Sinan se hizo la primera fábrica en el año 913, con una planta cuadrangular que fue ampliada posteriormente. La muralla de aquel periodo rodea hoy el llamado Patio de Banderas. En la dinastía de los Banu Abad, reyes taifas que gobernaron desde el 1.023 al 1.091, re realizaron nuevas ampliaciones. En la etapa almorávide hubo algunos saqueos, mas en la almohade en 1.147 hasta el 1.248, Sevilla se convierte en la capital del nuevo Imperio realizándose importantes obras, ampliación de los jardines y huertos, llegando a alcanzar la totalidad del recinto las 13 hectáreas que hoy día se han reducido a 7 hct. los jardines y 14.000 mts.² de edificios.


Los musulmanes, dieron las bases para una arquitectura distinta que ha influido notoriamente en toda la ciudad. Esta renovación llega a Sevilla en el año 567 de la égira (1.171) patrocinada por Abu Yacub Yusuf y por la obra de Ahmad ben Basso, procedente de una familia de mozárabes toledanos y el mas grande arquitecto del siglo.

A partir de la derrota de las Navas de Tolosa en 1.212, comienza el declive y por tanto la desaparición final del Imperio musulmán. Después de un gran asedio, el rey Fernando III toma posesión del Alcázar el 22 de Diciembre de 1.248, donde fallecería tres años después de una hidropesía con cincuenta años de edad, después de reinar treinta y cinco años en Castilla y veintidós en León.

El Alcázar que se encuentra Fernando, es un recinto poco conocido en Castilla, ya que los edificios se organizaban en torno a distintos patios, con fuentes y albercas que proporcionaban frescor y suaves murmullos cristalinos. Eran de una sola planta y todo ello rodeado de grandes jardines y unas murallas cerrando el recinto. Fernando no hace ninguna obra pero si su hijo Alfonso X, que manda transformar estructuras almohades para construir su palacio gótico. Este se compone de cuatro salas con bóvedas de nervaduras y una plaza de armas. En el exterior, contrafuertes tratados como torres almenadas y los ángulos ocupados por torres mayores.


En esas salas de las bóvedas, se celebraban los banquetes de bodas y otros eventos. Entre 1.577-78, se realizan unos bellísimos paños de azulejos. En los frisos, vemos orlas con los escudos de los reinos gobernados por el emperador Carlos V y en una de esas salas, hay unos monumentales tapices que exponen la conquista de Túnez por el emperador.


Por el lado occidental del almohade Patio de Yeso, Alfonso XI manda construir la Sala de Justicia en el siglo XIV y luego su hijo Pedro I (el Cruel según unos y el Justiciero según otros), continúa la obra de su padre construyendo su palacio en 1.364 con maestros, carpinteros y obreros de origen musulmán, y materiales perecederos como la madera, el yeso o la cerámica, respetando la máxima coránica que impide hacer obras eternas porque ningún humano puede hacer la competencia al Creador. Así nos encontramos con un edificio cristiano pero artísticamente musulmán. La planta baja se realiza siguiendo el esquema casa-patio, separando la parte oficial en torno al Patio de las Doncellas y las privadas junto al Patio de las Muñecas. En la planta alta, solo se construye el dormitorio y despacho del rey.



Palacio Mudéjar. Fachada.


Toda la decoración del conjunto, ostenta la simetría islámica de elementos vegetales y geométricos, fundamentalmente en los bellos azulejos, repitiéndose el argumento de cualquier religión monoteísta: Unidad y multiplicidad.


La fachada principal del palacio Mudéjar cierra el testero del Patio de la Montería. Esta tiene dos cuerpos laterales de dos alturas, la inferior con arcos de medio punto y el superior con un gran arco central y grupos de tres a cada lado con columnas de mármol prolongados en paños de Sebka. Hay yeserías que se hicieron después de la conquista de Granada como podemos ver por la heráldica con que se adornan.


En el cuerpo central, vemos una franja superior revestida de cerámica azul y blanca, donde se repite la frase “ Y no es vencedor sino Alá”. Ello está enmarcando una inscripción que habla de cómo se levantó el Alcázar por mando de D. Pedro I rey de Castilla y León en 1.364.


El palacio, presenta en su planta baja un vestíbulo, Patios de las Doncellas y las Muñecas, dormitorio real, varios salones mas el impresionante Salón de Embajadores o del Trono, de planta cuadrada, con una cúpula de tracería mudéjar que es una verdadera joya.



Patio de las Doncellas

bajo tiene unos arcos ciegos con elegantes arquerías de herradura sobre columnas califales. En la parte superior, está la galería de retratos de reyes de Castilla, desde tiempos de los Godos hasta Felipe III ( cincuenta y seis en total), además de treinta y dos de damas y cuatro de animales. La cúpula es una estrella de doce puntas.



Salón de Embajadores. Cúpula.

Entrada al Salón de Embajadores

Salón de Embajadores

(Continuará…..)


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