Queridos hermanos y hermanas nuestros:

Ya hemos empezado la gran y definitiva aventura del Grial, con una fase preparatoria, destinada a conseguir el ajuste imprescindible de nuestro Ser, antes de lanzarnos a su conquista. Mediante la “doma del caballo”, queremos poner en buena forma nuestro cuerpo físico, nuestra psique y nuestra mente, bastante desgastados por la vida en el mundo, y orientarnos deliberadamente hacia la vida espiritual, hacia Dios nuestro Padre, y también adquirir un Conocimiento real de la Iniciación Crística, a fin de transformar nuestra vida en la Tierra, en una obra al servicio de Dios.

No es fácil, lo sabemos, deshacerse de viejas costumbres, de esquemas caducos que nos han sido impuestos por la sociedad, de actitudes que nos procuran una ilusoria seguridad. No es nada fácil sacrificar todo esto y lanzarse a una aventura que exige la muerte de nuestro “viejo hombre” y una regeneración completa. Pero todos tenemos la suficiente inteligencia, para comprender que esta vida terrena no es más que una escuela, un mero banco de pruebas para conseguir la verdadera Vida; tenemos también la suficiente voluntad para tomar la decisión inexorable de hacer todos los esfuerzos necesarios para superar la prueba y alcanzar así el plano del Espíritu. Sobre todo, tenemos fe, una fe documentada en la experiencia y el trato directo con la Divinidad y la fe nos lleva irresistiblemente hacia delante.

Etapa número 1

Puesto que se trata de una primera etapa de reajuste individual, el caminante puede avanzar a su ritmo, intentando realizar el programa lo mejor que pueda, y como solo él o ella conocen el camino que recorre, nadie más puede saber cuando llega al final de la etapa y cuando debe pasar a la siguiente.

No obstante, para tener bases seguras de juicio, queremos recalcar que es necesario haber practicado todos los puntos del programa de la etapa número 1, consiguiendo un ajuste en todas las partes; y a fin de que cada uno pueda reconocer si efectivamente ha terminado la etapa, le recomendamos que se examine a sí mismo, haciendo las pruebas siguientes:

1) Autodisciplina: ¿Conseguiste elaborar correctamente tu programa de vida espiritual y ponerlo en práctica?.

2) Utilización de la Ley Causa-Efecto: ¿Aplicaste esta Ley a tu camino y conseguiste identificarte con ella?.
3) Templo interno: ¿Bajaste cada día a él y contactaste con Cristo y María?.
4) La Meditación cotidiana: ¿Conseguiste con ella una consciencia de que eres un Hijo de Dios?.
5) La carta “a los que creen”: ¿Enviaste un aviso a personas seleccionadas por ti, con la conciencia de sembrar sin preocuparte de quien recogerá la cosecha?.

Si has alcanzado estos cinco puntos, por lo menos en su mayor parte, el caminante podrá solicitar las instrucciones de la etapa número 2 para seguir adelante.

¿QUIÉN ES VERDADERAMENTE EL CRISTO?

Hermanos: Deseamos atraer vuestra atención hacia la Verdad, hacia la Realidad tal como nosotros, la Orden del Temple, la conocemos. Cuando puedan captarla y aplicarla a sus vidas, obtendréis la prueba necesaria en vuestra propia experiencia y conoceréis el poder de que la VERDAD nos hace libres. La llave está en la Revelación del Cristo, que es la Verdad y la Vida, y que os ofrecemos humildemente compartir, en esta nuestra Orden.

Nada para nosotros Señor, todo para la gloria de Tu Nombre.

Orden del Temple

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