REGLAS AVANZADAS PARA LA FORMACIÓN DEL CARÁCTER

Se dividen en dos partes. Del ocho al diez, dan instrucción para el periodo comprendido entre la Primera y Segunda Iniciaciones y de las once a catorce, para el periodo entre Segunda y Tercera Iniciación.

Octava Regla

Cuando el discípulo se acerca al Portal, los Siete Mayores deben convocar a los Siete Menores sobre el doble círculo. Cada glándula endocrina, se halla asociada con un Chakra etérico específico, siendo esta glándula la contrapartida densa, que responde al estado despierto o no del mismo Chakra.

· Portal >> Objetivo del discipulado: La Tercera Iniciación.
· Los Siete Mayores >> Los siete Chakras etéricos.
· Los Siete Menores >> Las siete glándulas asociadas.
· Doble Círculo >> Cuerpo físico denso.

Integrar la nueva escisión del Alma y la personalidad, es el equivalente a la Tercera Iniciación y alcanzarla, permite entrar en ámbitos superiores del Ser y alcanzar poderes adicionales. Así se ven motivados a iniciar un nuevo ciclo en el proceso de la formación del carácter y su esfuerzo consiste en continuar la aplicación de la técnica “como si”, con la que pasan a conocerse a sí mismos, tal y como son en realidad. En consecuencia, mejoran la habilidad de la personalidad para contactar con las energías del Alma: Voluntad, Amor y Sabiduría.

Luego hay que aprender a extender esas energías a través de los cuerpos mental, astral y etérico, expulsando todo aquello que represente un obstáculo y perfeccionando un instrumento por el que el Alma puede funcionar y hacerse aparente.

Por los Chakras, debe pasar necesariamente cualquier energía de una dimensión superior, sin que importe de que fuente proceda, antes de que esa energía pueda ejercer un impacto sobre el cuerpo físico o ser desplazada hacia el exterior. La respuesta de las glándulas endocrinas mejorará tanto la salud como el comportamiento exterior, pero esas reacciones físicas densas, son el efecto antes que el objetivo del nuevo esfuerzo.

Novena Regla

Que el discípulo se fusione dentro del círculo de los demás yóes. Que se fusione en un solo color y aparezca su unidad. Solo cuando el grupo es conocido y presentido, la energía puede emanar sabiamente.

Los viajes del Sendero Espiritual necesitan reconocer grandes estructuras de desarrollo y después dominar lo que hay dentro de una, descubres que ésta no es más que una pequeña porción de otra aún mayor, dentro de la cual, también debes aprender a funcionar. En el Sendero de la Probación, la principal lección consiste, en expresar el amor por la totalidad a través del comportamiento exterior. Según la Octava Regla, los discípulos también inician el Sendero del Discipulado mediante trabajos dentro de una estructura individual y continuarán en ella el resto del Sendero del Discipulado y durante el Sendero de Iniciación.

Tras alcanzar algún éxito con la Octava Regla, los discípulos están preparados para añadir una nueva dimensión mediante el trabajo dentro de la estructura más amplia de un grupo. Como quiera que la principal lección siguiente, consiste en aprender a expresar el amor por la totalidad a través del cuerpo emocional, se dan cuenta de que la estructura de grupo ayuda a enseñarles lo que tienen que aprender y ese es también el campo de servicio al que están destinados.

¿Cómo puede formarse un grupo?. Mediante la aplicación de la Octava Regla los discípulos aprenden a permanecer con mayor firmeza en un Ser espiritual y a trabajar conscientemente con el aspecto de su Alma, y solo entonces llamarán sus Almas a aquellos que puedan convertirse en verdaderos colaboradores. No buscarlos entre aquellos a los que ayuden o se hayan familiarizado con sus enseñanzas, porque no tienen confianza en sí mismos y fortaleza interior. Tampoco entre personas dulces, amables, pero ineficaces. Buscar a gente que no necesiten de su ayuda, sino que busquen su colaboración y respondan con amor a la necesidad de la humanidad; efectivas en su actividad y sepan distinguir entre lo que son sueños visionarios lejanos y los ideales para los que ha llegado el momento de manifestarse sobre la Tierra. Esta regla, define tres fases del trabajo de grupo en el camino del discipulado.

· Círculo >> Grupo externo.
· Demás yóes >> Colaboradores.
· Un solo color >> El propósito único de servir a la humanidad.
· Grupo >> El Grupo interior asociado dentro del Reino Espiritual.

Dejen aprender a subordinar sus propias ideas de crecimiento personal a las ideas del grupo; a vigilar sus pensamientos acerca de los demás; eliminar todo recelo y crítica y a mantener unidos a todos en la pura luz del amor, liberando los lazos y elevando a todo el grupo.

Después, los miembros deben motivarse por el único propósito de servir a la humanidad, dejando así que sus motivos egoístas mueran por inanición y falta de atención. Cuando lo logran, se unen con el Quinto Reino y la Unidad aparece en forma de inspiración del grupo, aunque puede que no todos la reciban, ya que su grado de evolución es diferente.

En la tercera fase, el grupo trabaja como un canal para la distribución de ciertos tipos de fuerzas en el mundo físico y muestra entonces alguna característica distintiva, y dependiendo de la energía emanante, puede haber fuerzas curativas vitales, descubrimientos científicos, nuevas ideas en política, economía o religión.

Décima Regla

La Hueste de la Voz, los Devas o Ángeles, en sus escalonadas filas, trabajan sin cesar. Que el discípulo se dedique a considerar sus métodos, que aprendan las Reglas por las cuales la Hueste trabaja dentro de los velos de Maya. Todas las formas materiales, emocionales y mentales son materia viva, fabricándolas los Devas con las sustancias de sus propios cuerpos.

El Cuerpo Emocional (la Hueste), responde tanto a las voces exteriores como interiores (de la Voz). La sustancia de este cuerpo (los Devas escalonados…), reaccionan continuamente a los estímulos del medio ambiente y a los pensamientos de la mente; trabajan sin cesar. Los discípulos, deben dedicarse a descubrir, la relación entre sus reacciones emocionales y los dos factores que las producen, es decir, necesitan descubrir la técnica de la purificación de sus reacciones emocionales y comprender la causa y el significado de tales reacciones. Una vez hayan aprendido a aplicar dicha técnica, su naturaleza emocional funcionará sin dejarse afectar por los encantamientos del plano astral.

Esta Regla nos explica, como podemos descubrir esta técnica por nosotros mismos; tenemos que desarrollar nuestro propio entendimiento y poder seguir progresando. Si investigamos en la dirección marcada por la Décima Regla, alcanzaremos un conocimiento no verbal de nuestra naturaleza emocional, incluido como purificarla.

El Cuerpo Emocional, es una máquina que reacciona a las condiciones externas, según la programación interna. El encantamiento es una reacción emocional, como pueden ser el orgullo, la autocompasión o la crítica, que distorsionan la percepción. Si cambiamos la programación interna, es posible que nos liberemos de un encantamiento particular, sin tener que cambiar el mundo exterior. Pero es muy difícil liberarse del encantamiento, porque eso implica la pérdida de algún tipo de orgullo falso. Es posible descubrir la programación interna, examinando cuidadosamente el encantamiento y descubriremos así, los pensamientos y creencias que hace que nos sintamos identificados con el deseo objeto del deseo, con las formas y con lo material. Si afrontamos los hechos y reconocemos la verdad, podemos cambiar la programación interna y disolver el encantamiento.

Onceava Regla

Que el discípulo transfiera el fuego, desde el triángulo inferior al superior y preserve aquello que ha sido creado por el fuego en el punto medio. La formación del carácter, atañe a tres tipos de impurezas:

· El Maya del nivel etérico.
· El encantamiento del nivel emocional.
· La ilusión del nivel mental.

Los aspirantes trabajan para eliminar los tres, no obstante, antes de llegar a la Primera Iniciación, necesitan demostrar un cierto control físico, lo que significa superar el Maya y mostrar un comportamiento virtuoso. Hay que constatar un cierto control emocional, para llegar a la Segunda Iniciación, lo que significa que se debe disipar el encantamiento mediante la comprensión de la su causa y significado.

También deben demostrar un cierto control mental para llegar a la Tercera Iniciación. El control mental, hace que el Alma alcance una posición dominante y se disipe la ilusión.

La energía del Cuerpo Etérico, tiene una orientación ascendente y otra descendente. La Onceava Regla, se refiere a éstos dos direcciones, y sus símbolos significan:

· Fuego >> Energía de los tres Chakras inferiores.
· Inferior >> Chakras básico, sacro y plexo solar.
· Superior >> Centro de la cabeza que incluye Chakras coronario, laríngeo, frontal y coronario.
· Punto medio >> Chakra cardiaco.

Como parte de la formación del carácter, debes aprender a transmutar sus cualidades básicas o inferiores en superiores, lo que tendría el efecto de transferir las energías de los Chakras inferiores a los superiores. Al transmutar la creatividad sexual en artística o mental, se transfiere la energía del Chakra sacro al laríngeo.

Al transmutar la conciencia emocional en conciencia de grupo, se transfiere la energía del Chakra del plexo solar al corazón. Al transmutar la ambición material en dedicación al servicio de la humanidad, se transfiere la energía Kundalini del Chakra básico a los Chakras frontal y coronario.

La primera fase de esta regla, consiste en ir más allá de un problema externo y penetrar en el significado que subyace en él. Los hechos y circunstancias físicas, son solo los símbolos de lo que ocurre en los mundos interiores, y debes entrar en ellos tanto como lo permita tu percepción. Debes esforzarse en descubrir la razón del por qué y luchar para llegar al significado de lo que ello debe tener para ti. Si se razona desde la causa al efecto, se tendrá una perspectiva de los acontecimientos de la humanidad más profunda, universal y espiritual. Mediante la comprensión de un problema que angustia a la humanidad, se obtiene una visión abstracta de cómo puede solucionarse de forma profunda. Esa visión tiene lugar, cuando la energía del Alma se vierte por el Chakra coronario. El siguiente paso, consiste en empezar a trabajar en la dirección, vitalización y coordinación de los Chakras inferiores.

La segunda fase, se refiere a la corriente descendente y tiene dos etapas. La primera, consiste en crear un plan concreto que se base en la visión abstracta, por lo que debes relacionar de manera simultánea y consciente los Chakras sacro, laríngeo y coronario, y si lo haces conscientemente, podrás ser una persona creativa y ayudar a los demás. Pero una persona sola, nunca puede poner en práctica un plan para transformar el mundo en mejor. La segunda etapa, consiste en conservar y apoyar el plan con las relaciones humanas, de grupo y espirituales, correcta y armoniosas, pudiéndose alcanzar este estado por la totalidad del Chakra del corazón, lo que requiere que los Chakras Coronario, cardiaco y del plexo solar se unan estrechamente en colaboración. Así el clamor egoísta individual, se transformará en amor de grupo y permitirá que las motivaciones personales pasen a impersonales.

Doceava Regla

Que el discípulo aprenda a utilizar la mano para servir; que busque en sus pies la marca del mensajero; que aprenda a ver con el ojo que observa, situado entre los dos ojos físicos. Una vez superada la regla anterior, los discípulos están listos para aprender tres formas distintas de expresar la conciencia del Alma en el mundo físico. Aprender a rendir un servicio práctico, a trabajar como mensajeros de los Maestros de Sabiduría y remitirse a la síntesis de los Chakras frontal y coronario.

Tenemos que aprender a utilizar las manos para materializar los planes, y hacer que el servicio tenga una finalidad práctica en el mundo físico. La segunda fase, se refiere a una relación inusual que cada discípulo puede tener en el Reino Espiritual de la Naturaleza, incluyendo los Maestros de Sabiduría. Una vez superados determinados requisitos, un discípulo puede gozar del privilegio de llamar la atención de un Maestro, en el transcurso de una emergencia y tener la garantía de una respuesta. Entonces el Chela o Aprendiz, recibe el nombre de Chela en el Hilo de Luz, hilo que está formado por la energía que el Maestro le proyecta. Este tipo de Chela, es un mensajero del Reino Espiritual y todos deben aspirar a este estado. Para ello, necesitan establecer y prolongar el estado contemplativo de su mente, tal como indica la Onceava Regla. Deben también rendirse a un servicio práctico y deben tener la capacidad de solucionar sus problemas personales por ellos mismos, pues así demostrarán que son dignos de confianza y solo llamarán al Reino Espiritual para servir mejor al grupo.

Podemos creer que es un ser psíquico, por la facilidad o habilidad que demuestra para comunicarse con desencarnados, pero difiere en muchos aspectos con el médium. Por el hilo, puede mantener contactos frecuentes y consciente-deliberados con un Maestro, y aún así, ser incapaz de registrar cualquier tipo de impresión del astral. Un Chela controla la experiencia y el médium pierde el control sobre sí mismo. El Chela trabaja con el Chakra cardiaco y el médium con el del plexo solar. Ser Chela es un privilegio otorgado, y lo psíquico es una habilidad que ha sido desarrollada.

La tercera fase se refiere al Tercer Ojo u Ojo del Mago, que está formado por la interacción vibratoria de las fuerzas de la personalidad, que trabajan a través del Chakra coronario. Si aplicamos la Doceava Regla, la energía Kundalini se elevará hasta los Chakras frontal y coronario, mientras que la energía del Alma se verterá primero sobre el Chakra coronario y después sobre el frontal. Cuando esas fuerzas del Alma y la personalidad interactúan y son potentes, aparece el Tercer Ojo en el Cuerpo Etéreo, lo cual es el Segundo Nacimiento: “El que no nazca de lo Alto, no puede ver el reino de Dios” (Juan 3, 3), y esto nos da el poder de la visión que permite a la personalidad expresarse como el Alma, en el plano físico. Todo discípulo debe aprender a ver con el Tercer Ojo, que tiene tres funciones básicas:

· Permitir a la personalidad percibir con la visión del Alma.
· Este Tercer Ojo, es el factor que controla el trabajo de la magia blanca, que si su alineamiento y actitud son correctos, la voluntad del Alma funcionará a través de él y dará resultados constructivos en el mundo material.
· Es el agente del Alma que purifica la personalidad.

El poder del Tercer Ojo, puede tener un efecto desintegrador y destructor, romper los hábitos que provocan la ineficacia del discípulo y acabar con las formas persistentes de Maya.

Treceava Regla

Cuatro cosas debe aprender y comprender el discípulo antes de serle revelado el misterio más secreto: Primero, las Leyes que rigen aquello que irradia. Segundo, los cinco significados de la magnetización.

Tercero, la transmutación o el secreto de la Alquimia y por último, la primera letra de la Palabra, que ha sido impartida o el nombre oculto egóico.

1) No se refiere a las Leyes de la Radiación, sino a las Leyes de lo que irradia. El Alma es el factor del humano que se muestra como luz, y un humano puede irradiar color solo cuando el Alma es el aspecto que domina en él, por tanto, se refiere a las Leyes del Alma, que le afectan en su propio plano y la relación que el Alma armoniosa y la personalidad, aprenden a establecer con otras Almas y el Reino Espiritual de la Naturaleza.

2) Mientras que el amor atrae, la mente puede tanto atraer como repeler o coordinar. Esta frase se refiere al poder de la mente para atraer o magnetizar la información, ya que puede atraerla de cinco niveles distintos:

· Ideas de la dimensión espiritual de la vida.
· Sabiduría del Alma.
· Hechos y datos de la memoria concreta.
· Sentimientos del Cuerpo Astral.
· Percepciones de los sentidos físicos.

3) Transmutar significa transformar algo de baja calidad en otro superior. Puede haber cinco clases mediante la formación del carácter:

· La creatividad sexual en artística o mental.
· La conciencia emocional en conciencia de grupo.
· La ambición material en dedicación a servir a la humanidad.
· La vida desordenada en actividades integradas.
· La actividad de la personalidad en vida espiritual.

1) Se refiere a la aplicación de esta trilogía a la energía del Alma. La naturaleza o nombre oculto de la energía del Alma de dicha persona, que está constituida por las cualidades o letras que corresponden a los Siete Rayos.

Las cosas que debe aprender para la civilización que emerge, que es el Reino Espiritual de la Naturaleza, que ya existe en los planos interiores y poco a poco se exteriorizarán en el físico. En primer lugar, los discípulos necesitan conocer las Leyes del Alma. Recibimos la inspiración por medio de ella y pueden recibirla si se cumplen tres condiciones:

I. Meditar de un modo correcto.
II. Corregir sus errores.
III. Servir a la humanidad.

En el pasado, la conciencia de la humanidad, se elevó a través de la inspiración de las primeras personas, pero en el futuro, se elevará a través de ciertos grupos de personas, ya que las verdades de la Nueva Era, solo podrán conocerse como el resultado del esfuerzo de un grupo, pero para ello, la totalidad del grupo, debe superar varios estadíos que implican la unidad y la meditación conjunta.
Segundo, los discípulos deben saber como utilizar su mente para atraer información desde tres niveles distintos:

I. Recibir la inspiración del Reino Espiritual.

II. Contribuir al proceso de evolución.
a) La sabiduría del Alma.
b) El conocimiento de la memoria concreta.
c) Percepciones de los sentidos físicos para las oportunidades que se presentan en el mundo físico.
III. Observar sus respuestas emocionales.

Tercero, necesitan aprender a saber como la actividad de la personalidad, se transmutará en vida espiritual, mediante el flujo descendente de la inspiración y la sabiduría, pero esto solo puede ocurrir si el cuerpo emocional posee el estado correcto. No tendrán espacio para el interés propio, solo considerarán las necesidades del mundo y la fuerte necesidad de dar el paso inmediato para satisfacerla.

Cuarto, los discípulos deben saber como utilizar el Primer Rayo de la energía de su Alma (voluntad o poder), resultado de la energía superior que ha sido impartida desde la Tríada Espiritual. Si enfocamos la cualidad de la voluntad, el Tercer Ojo galvanizará los cinco Chakras inferiores y los someterá a un control rítmico. En ese momento, el cuerpo físico responderá de un modo coordinado e integrado, revelando la naturaleza oculta del Alma.

Catorceava Regla

Escuchen, toquen, vean, apliquen, conozcan. Es el estadío del Sendero espiritual que representa esta Regla. Los discípulos, ya han desarrollado y utilizado su poder de intuición para recibir sabiduría, ideas e inspiración, por tanto, han alcanzado la estabilidad emocional, control mental y comprensión intuitiva necesarias, para utilizar de un modo correcto y seguro, cualquier poder psíquico que pueda surgir, con una disposición cautelosa, para escuchar, tocar y ver en todos los niveles de servicio. Deben estar preparados para experimentar la clariaudiencia, psicometría y clarividencia; dobles físicos del oído, tacto y vista. Deben aplicar su poder intuitivo, para interpretar las experiencias de una manera correcta y así poder conocer exactamente lo que oyen, escuchan y ven en el Plano Astral. Entonces, para ampliar su campo al servicio, pueden incluir tanto el Plano Físico como el Plano Astral.

N.N.D.

Autor: María de Aquitania
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