ARQUEOLOGÍA SAGRADA

Los Patriarcas

El Antiguo Testamento es una obra enigmática, es un libro de historia antigua a la vez un catálogo de normas que dieron lugar a una religión: El Judaísmo. Ahí tenemos también la fuente del cristianismo y muchos años después inspiró el Corán, hecho fundador del Islam. Sus personajes han acompañado a Occidente durante más de dos mil años y hemos de preguntarnos ¿qué es lo que este libro contiene exactamente?, ¿dónde fue escrito y quien es su autor?. La ciencia moderna ha dado algunas respuestas basándose en recientes descubrimientos arqueológicos tangibles, lo que ha transformado la idea del pueblo que vio nacer el Antiguo Testamento. La investigación que vamos a llevar a cabo es consecuencia de la revolución que han provocado estos descubrimientos.

Desenterrar la Biblia

Vamos a Canaán, tierra en que según la Biblia vivieron Abraham, Isaac y Jacob, cuyas historias se explican en el primer libro de la Biblia, el Génesis.

En las excavaciones arqueológicas de Megiddo en el norte de Israel, más de cien especialistas de todo el mundo han participado en esa iniciativa, siendo Megiddo la joya arqueológica bíblica, cuya historia recoge más de siete siglos de lo ocurrido en esta región, Egipto, Asiria y Babilonia a lo que luego se unió el Imperio Persa.

Megiddo es una colina artificial hecha con los restos superpuestos de casas, palacios y templos construidos unos sobre otros durante siglos. Megiddo significa para los cristianos el Armagedón símbolo del Apocalipsis, situado en un lugar comercial estratégico. Los arqueólogos siempre tiene presente las historias de la Biblia, por las repercusiones que puede suponer excavar en tierra sagrada, y ellos junto con los historiadores, han trabajado juntos para comparar las historias bíblicas más conocidas y ya surgen serias dudas sobre las interpretaciones tradicionales del libro sagrado, ya que se ha de tener en cuenta la emigración de las gentes en aquellos tiempos. Canaan es una zona situada entre Egipto y Mesopotamia y estos Imperios han dejado múltiples huellas de su paso.

En Megiddo han dejado muchos restos, lo cual ayuda a despejar la historia de estos Imperios y un experto que ha trabajado en las tablas de Nussi durante mucho tiempo, ha observado que tienen una historia parecida a la de Sara, la mujer estéril de Abraham que relata la Biblia. Como en dichas tablas se encuentra un relato muy similar, hubo quien pensó “ya se puede relacionar a Abraham con este periodo particular”, algo atractivo pero con un problema, y es que esos estudiosos que dedujeron este razonamiento no tuvieron en cuenta, que ellos estaban tan concentrados en los estudios del segundo milenio, que no estudiaron los acontecimientos del primero, y si comparamos ambos, vemos los mismos textos y las mismas historias. Si unimos todas estas cosas, no demostraron absolutamente nada, ya que no hay pruebas sólidas que puedan relacionar a los Patriarcas y a Abraham en particular con un periodo del segundo milenio. Así que la arqueología bíblica tradicional, había llegado a un punto muerto y no se podía comprobar el origen de la historia de Abraham.

La Biblia contiene una larga lista de genealogías y alianzas familiares que definían los territorios y estructuran el tiempo. La historia de los Patriarcas es también una historia familiar, ya que Abraham no solo era el padre de Isaac sino también de Ismael, a partir del cual surgen todas las tribus árabes. Isaac no solo era padre de Jacob, también lo era de Esaú, siendo Abraham tío de Lot; eso significa, que todos los clanes, tribus y pueblos que viven en Canaan, Cisjordania y Transjordania están relacionados porque son descendientes de Abraham, por lo que pueden considerarse una gran familia, con una unión que hermana a todos esos pueblos vecinos de Judea (Arameos, Amonitas, Moabitas, Edonitas e Ismaelitas), que están relacionados de una manera u otra y la saga familiar de la Biblia, como cualquier extenso árbol genealógico, tejen las relaciones que unen a éstos pueblos.

Pero también hace más que eso. Lo que vemos en Abraham es la representación simbólica del nacimiento de una nación. En el momento de escribir la Biblia, la historia de la gente de Israel, no se consideraba tal como lo hacemos hoy: Años, eras, etc., sino como la historia de una familia y su fundador era una persona de grandísima importancia. En todas las historias de Abraham, vemos representaciones simbólicas de todos los lugares importantes de Judea; de las relaciones con otros pueblos que conformaron su historia.

La historia de los Patriarcas, fue la primera columna donde se apoyaría el judaísmo según la tradición; el pueblo de Israel, está formado por los descendientes de Abraham, Isaac y Jacob. A sus ojos, pertenecer a un pueblo y a una religión es exactamente lo mismo, así que la investigación lleva a dar un gran paso adelante, ya que las pruebas que se han reunido, permiten establecer el periodo en que se escribieron la historia de los Patriarcas y dan un marco geográfico para esta obra: La región de Judea en el siglo VII a.C.

Pero los hallazgos arqueológicos no han dejado de suscitar preguntas que cuestionan la obra escrita: ¿Tuvo lugar realmente el Éxodo, uno de los acontecimientos capitales del Antiguo Testamento?. ¿Es cierto que aquellos llamados hebreos dejaron Egipto al mando de un tal Moisés?. ¿Qué papel juega la Ley en esta historia?. Algunas respuestas a todo esto las daremos en una próxima entrega.

(Continuará)
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