TERCERA ESTACIÓN. JESÚS ES CONDENADO
POR EL SANEDRÍN.
Los Sumos Sacerdotes y el tribunal supremo en pleno, buscaban
un falso testimonio contra Jesús para condenarle a muerte, pero no lo
encontraron, aunque se presentaron muchos testigos falsos. Al fin llegaron dos
que dijeron: “Este dijo: Puedo derribar el templo de Dios y en tres días
reedificarlo”. El Sumo Sacerdote se levantó y dijo: “¿No respondes nada a lo
que estos atestiguan contra ti?”. Pero Jesús permaneció callado. El Sumo
Sacerote le dijo: “¿Te conjuro por Dios vivo que nos digas si Tú eres el
Mesías, el Hijo de Dios!”. Jesús contestó: “Tú lo has dicho, y os declaro, que
desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del Padre y venir
sobre las nubes del cielo”. Entonces el Sumo Sacerdote se rasgó las vestiduras
y dijo: ¿Ha blasfemado. ¿Qué necesidad tenemos ya de testigos?. Habéis oído la
blasfemia, ¿qué os parece?”. Ellos respondieron: “Es reo de muerte”. (Mateo 26,
59-67).
ORACIÓN: Señor Jesús,
en tu proceso has sufrido falsas acusaciones y una injusta condena, para que en
el día de nuestro juicio, el perdón borre la culpa, la misericordia brille
sobre el juicio. Con tu gracia, conforta a cuantos sufren una inicua pena,
anima a cuantos lloran su error, convierte a cuantos no reconocen su culpa. A
todos nosotros, Señor, danos un corazón que no juzgue ni condene, sino que
acoja y comprenda, olvide y perdone.
CUARTA ESTACIÓN. JESÚS ES NEGADO POR
PEDRO

Pedro estaba fuera sentado en el atrio. Se le acercó
una criada y le dijo: “Tú también estabas con Jesús, el galileo”. Pero él lo
negó delante de todos, diciendo: “No sé lo que dices”. Al salir hacia el
portal, lo vio otra criada y dijo a los que estaban allí: “Este estaba con
Jesús el Nazareno”. Y él, de nuevo, lo negó con juramento: “No conozco a ese
hombre”. Al poco tiempo, se acercaron a Pedro los que estaban allí y le
dijeron: “Seguro que tú también eres de ellos, pues tu misma habla te
descubre”. Entonces él comenzó a jurar y perjurar: “No conozco a ese hombre”.
Entonces, Pedro recordó que Jesús le había dicho: “Antes de que cante el gallo,
me negarás tres veces”. Y saliendo fuera, se echó a llorar amargamente. (Mateo
26, 69-75).
ORACIÓN: Señor Jesús,
negado por Pedro y negado mil veces por nosotros, confesamos que no te
conocemos. Querríamos hacer tantas cosas por ti, y eres Tú quien las haces por
nosotros y a través nuestro. Ábrenos los ojos, aunque sea entre lágrimas, para
entender tu misión, amar tu Pasión y vivir contigo, en total disponibilidad y
apertura a Tu Voluntad.

Orden del Temple+++