La nobleza de corazón, ha elegido al Caballero por encima de los hombres que están sujetos a su servicio, la nobleza de costumbres y la buena crianza convienen con el Caballero, pues la nobleza de corazón no podría haber accedido al alto honor de la Caballería sin la elección de buenas costumbres.
Todo Caballero, debe saber las siete virtudes que son raíz y principio de las buenas costumbres, y son sendas y caminos de la celestial gloria perdurable; de las cuales siete virtudes son las tres teologales (fe, esperanza y caridad) y las cuatro cardinales (justicia, prudencia, fortaleza y templanza).
El Caballero por la fe, ve el hombre espiritualmente a Dios y sus obras, creyendo en las cosas invisibles, y tiene esperanza, caridad, lealtad, y es servidor de la verdad. Y por falta fe descree el hombre en Dios y en sus obras y en las cosas verdaderas invisibles, las cuales el hombre sin fe no puede entender ni saber.
Por la fe, los caballeros van a Tierra Santa de ultramar en peregrinación, y empuñan las armas contra los enemigos de la cruz, y son mártires cuando mueren por exaltar la fe.
La esperanza es una virtud del oficio de Caballero. Pues por ella recuerdan a Dios en la batalla, en sus tribulaciones, y por la esperanza que tienen en Dios, tienen socorro y ayuda de Él, que concede la victoria en la batalla por razón de la esperanza y confianza que los Caballeros tienen en el poder de Dios, mayor que en sus fuerzas y en sus armas. Con la esperanza se fortalece y vivifica el coraje del Caballero; y la esperanza permite soportar los trabajos y hace que los Caballeros se aventuren en los peligros en que se ponen; y también les hace soportar el hambre y la sed en los castillos y en las ciudades que defienden cuando están sitiados; y si no hubiese esperanza, el Caballero no tendría con qué cumplir con el oficio de Caballería.
Si el Caballero no tiene caridad para con Dios y para con su prójimo, ¿cómo amará a Dios, y cómo tendrá piedad de los hombres desvalidos, y como tendrá merced de los hombres vencidos que demandan merced?. Y si no hay caridad en el Caballero, ¿cómo podrá estar él en la Orden de Caballería?. Caridad es virtud que une una virtud con otra y separa un vicio de otro; y caridad es amor, del cual todo Caballero y todo hombre puede tener tanto como necesite para mantener su oficio; y caridad hace ligera la gran carga de la Caballería. El Caballero sin caridad puede sostener la gran carga que el noble corazón del Caballero sostiene para honrar a la Caballería.
La Caballería y justicia convienen entre sí tan fuertemente, que Caballería no puede existir sin justicia, aquel Caballero que se hace a sí mismo injusto y es enemigo de la justicia se despoja a sí mismo de Caballería y reniega y descree de la Orden de Caballería.
(continuará)
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