Autor: Hno. A.L.+
Si
analizamos conjuntamente el Antiguo y el Nuevo Testamento, a la implacable Ley
de Moisés, se opone el gran AMOR de Jesucristo
hacia las personas, llegando a la conclusión, hermanos,
que el Dios del Antiguo Testamento
es el opuesto al del Nuevo Testamento 
y
el posible enlace entre uno y otro, la encontramos 
en
todos los profetas del Antiguo Testamento.

Si utilizásemos la jerga
actual, podríamos decir que la Ley es de Moisés y que los
Evangelios serían LOS REGLAMENTOS
que desarrollan la Ley.
                                                                                                           
Hermanos, ya con toda la información, entramos de lleno a analizar el tema de la mujer adúltera, (Juan 8,1-11), leyendo ese pasaje, cuando los
escribas y fariseos pre sentan a Jesús a la mujer adultera para ejecutar por apedreamiento.
Jesús antes de responder, llegó a inclinarse hasta dos veces
para escribir en el suelo unas enigmáticas frases. ¿Qué
es lo que pudo Jesús poner en esos escritos?.
Lógicamente, hermanos, yo
desconozco lo que pudo escribir; hasta la fecha, ni
he leído, ni se si el Vaticano con su gran cantidad de
Doctores en Teología se han pronunciado al respecto, pero
lo lógico es que este escrito fuera dirigido al
Padre Celestial.
Cuando le presentan a la mujer
adúltera, Jesús era conocedor de la Ley de Moisés expuesta
anteriormente en Levítico 20. Los escribas y
fariseos cumplían con la Ley
de Moisés; Jesús también la
conocía, entonces…..¿Por
qué Jesús actuó de esa
manera?.
A mi modo de entender, Jesús,
en toda su vida evangélica, estuvo defendiendo a los
humildes, a los pobres desgraciados, fuera el día de la
semana que fuera. Como podemos recordar, casi todos
los ataques a Jesús por parte de los fariseos se
producían en sábado, que según la Ley de Moisés, no se podía
hacer nada. Pero Jesús,
anteponía las personas a la Ley. Podríamos 
decir lo siguiente:
    a).- Para los
fariseos, las personas debían de ajustarse a la Ley.
   b).- Para
Jesucristo, es la Ley
la que tiene que ajustarse a las personas;                                        leamos lo que
más arriba se dice en Juan 1,17.
Y ahora, ya toca intentar “a conocer lo que pudo Jesús
escribir en el suelo” recordando que lo hizo dos veces.
                  
                   1ª escritura.-
                  Jesús propone al
Padre la derrogación de esa terrible ley.
                                                                                             
 2ª escritura.-
                   Jesús espera la
contestación del Padre y Éste le dice que redacte
una nueva Ley. Entonces Jesús vuelve a
inclinarse, redactando una nueva Ley con un contenido
lleno de AMOR, DE PERDON, DE HUMILDAD….
Y una vez obtenido el Vº Bº del Padre Celestial, es cuando
se dirige a los escribas, fariseos, y resto de la comitiva y les dice: “El que
esté libre de pecado, que arroje la primera piedra”. Y ya sabemos lo que ocurrió.
(continuará)
Orden de Sión+++