Autor: Hno. E.C.+
Inocencia Consciente
         Debido a ello, no sólo recuperarás la Inocencia (activación del Niño Interior), sino que gozarás de una Inocencia Consciente.
         Un bebe vive en Inocencia, pero de manera inconsciente. Tú habrás vuelto a la Inocencia primigenia, pero será ya una Inocencia Consciente derivada de lo vivenciado y experienciado en tu encarnación en el plano humano y en Tercera Dimensión. Entenderás entonces perfectamente el papel de ésta en la Creación y  la capacidad creadora que has desplegado durante tu encarnación en ella.
Ver el “Rostro de Dios”: Namasté
La Inocencia Consciente te posibilitará contemplarte a ti mismo como lo que eres: Amor. Y te permitirá ver el “Rostro de Dios”, que significa percibir con claridad la Perfección de cuanto Es y como Dios es cada uno de nosotros y es todos y Todo.
La expresión “Namasté” habrá dejado de ser una palabra, una elaboración intelectual, para transformarse en la más genuina expresión de la Unicidad en la que habrás volcado tu “yo”.
NAMASTÉ
         El término Namasté, usado a modo de saludo, representa que el Dios que es yo reconoce, saluda y reverencia el Dios que eres tú. Con lo cual, además, tú y yo nos unificamos en el Uno, en Dios mismo, y reconocemos y saludamos al Dios que es todos y Todo.
         Su origen etimológico se halla en el sanscrito y de la integración de dos vocablos: “namas” y “te”. Su contenido incluye y engloba dos grandes significados:
-Por un lado, “namas”, que por las normas de división de las palabras del sandhi (en lingüística, los diferentes tipos de alteraciones fonosintácticas, determinadas por el contexto fonológico, que sufren los fonemas en medio de la palabra o dentro de la frase al entrar en contacto con otros sonidos), puede dividirse en “na”, su traducción es “no”, y “ma”, que significa “mío”, por lo que “nama” representa “carencia de propiedad” o “ausencia de identificación” con algo o alguien (por ejemplo, con cualquier tipo de percepción de identidad individual, sea física o espiritual).
-Por otro, “namas”, en su globalidad, significa “reverencia” o “adoración”. Y “te” (dativo del pronombre personal “tuám”: “tú” o “usted”), “a ti” o “a usted”.  Por lo que la traducción completa de “namasté” es “te reverencio a ti”.

La Felicidad es nuestro Estado Natural: La Edad del Sol
Y en tal estado de Gracia, serás consciente de que la Felicidad es tu Estado Natural. Gozarás de la Felicidad “sin razón alguna” y formarás parte activa de la Nueva Tierra, siendo a la vez semilla de la Nueva Humanidad.
         Vivirás sin requerir palabras de aprobación y de aprecio por parte de los demás y sin precisar el apoyo de ningún brazo amigo. No dependerás emocionalmente de nadie, de manera que nadie tendrá ya el poder de hacerte feliz o desdichado. No necesitarás a ninguna persona en particular, ni tendrás la necesidad de ser especial para nadie. Tampoco considerarás a nadie como propio. Vivirás la Edad del Sol (Sol-edad) y desde esa atalaya sabrás por fin lo que significa ver con una visión despejada y no enturbiada por el miedo o el deseo. Y sabrás también lo que significa amar, emanado de ti el Amor que Eres hasta el punto de que comprenderás fuera de los conceptos que amar a las personas supone haber muerto a la necesidad de las mismas.
(continuará)
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