La ciudad de Lourdes (Francia), ha obtenido una gran notoriedad, gracias a ser uno de los centros de peregrinación de los más importantes del mundo. Tiene un bello emplazamiento geográfico, a las orillas del Gave de Pau en la vertiente oriental, en las estribaciones de los Pirineos.

El peregrino o turista que la visita, tiene dos itinerarios por recorrer, uno de alta motivación como es el Santuario de la Inmaculada y otro de aspecto cultural y deportivo. Personalmente, destacamos un museo con la reproducción de la Sábana Santa de Turín y el museo de las Gemas, donde en una bienal de arte religioso, se reproducen en gemas y piedras, las obras pictóricas premiadas, algo que merece la pena ser visitado. Las excursiones que ofrece son realmente atractivas, ya que hay unos espacios naturales magníficos, ricos en vegetación, con unas cumbres espectaculares y valles con lagos de aspecto bello y pintoresco. Hay al fin otros lugares de interés, pero no es ese el motivo de este trabajo, solo es un apunte para los posibles visitantes.

HISTORIA SOBRE LA VIDA DE BERNADETTE SOUBIROUS


El 9 de Enero de 1.843, se celebra en la parroquia de Lourdes, el matrimonio entre François Soubirous de 34 años, aprendiz molinero de pocos recursos y Louise Castérot de 16 años. Los esposos se fueron a vivir a la casa paterna de Louise, al molino de Boly, donde viven junto a Claire, madre de ella, viuda, y sus hermanas. Algo menos de un año después, el 7 de Enero de 1.844, nace Bernardette que es bautizada dos días después. Aunque después nacerían otros hijos, ésta sería la preferida de su padre. Mas las cosas desde el punto de vista económico iban francamente mal y en el verano de 1.854, el padre abandona el molino para trabajar como jornalero eventual de un lado a otro, hasta quedar la familia sumida en la más absoluta pobreza.


Molino de Boly (restaurado)

La desesperación de François, se ve incrementada ante la necesidad de procurarse un techo, llegando a cobijarse en un local que había sido antes celda de seguridad para los delincuentes, y toda la familia se ve obligada a vivir allí, siendo un lugar oscuro e insalubre. En esa casa sórdida y sucia, empieza la historia de Bernadette y por su puerta sale cada mañana para ir a la Gruta de Massabielle, durante los quince días que duran las Apariciones, para arrodillarse a los pies de la “Bella Señora”.

Pocos meses después del nacimiento de Bernadette su madre sufre un accidente, estando embarazada de su segunda hija, ya que al estar sentada cerca de la chimenea un grueso pedazo de leña que ardía encima de los demás, le cayó encima, dejándola desmayada y así se le produjeron graves quemaduras en los senos, por lo que desapareció la posibilidad de amamantar a la pequeña Bernadette, para lo cual hubieron de buscar a una nodriza, que había perdido a su pequeño al poco de su nacimiento.

En 1.857 François cae en una desdichada situación ya que es detenido por sospechar que había sustraído unos sacos de harina de un panadero, quizás por la situación de miseria en que vivía, aunque luego de unos días fue absuelto porque el delito no se había producido. Todo esto no ayuda a su mal parada reputación, que ya fue señalado como un deshonesto con lo cual no encontró más trabajo entre los comerciantes y haciendas del lugar.


Familia Soubirous. Bernadette en el centro con pañuelo blanco en la cabeza.

La nodriza de Bernadette, Maria Lagües, que la quería profundamente, se ofrece para hacerse cargo de la pequeña en este grave periodo económico de la familia, pero es curioso que a pesar de su cariño, la tiene desaseada y la trata con aspereza. Bernardette lleva una existencia llena de fatigas lejos de su familia; cuida y atiende los rebaños y acude a cualquier trabajo que la llaman aunque sean de lo más humildes. Cuando ya tiene 14 años, su aspecto es muy frágil y parece tener menos edad y aún con esa edad no le han hablado de hacer su Primera Comunión, solo su nodriza se ocupa de su educación religiosa y le da las primeras nociones de la doctrina cristiana. En 1.858, el párroco interviene y decide que haga su Primera Comunión.

Es el día 2 de Febrero de 1.858, y en el oscuro antro en que vive, hace falta leña para calentar el ambiente y ella se ofrece para ir a buscarla, yendo por la orilla del Gave recogiendo ramas de sus orillas. La acompañan su hermana Toinette y una amiga llamada Jeanne, yendo las tres jóvenes con sus zuecos de madera hacia la gruta de Massabielle. Es el día de la primera Aparición.

El primer encuentro entre la Señora y la pastorcilla, están llenos de una enorme fe por parte de la muchacha y dice de ello: “…Oí un ruido que parecía una ráfaga de viento. Levanté los ojos hacia la gruta y vi a una mujer vestida de blanco, con un velo también blanco, un cinturón azul y una rosa de oro en cada pie…”. Aquel día, nació Lourdes como centro de peregrinación mariana mundial.

La incredulidad de los funcionarios y los religiosos que investigan el acontecimiento, chocan con la mirada limpia y pura de la joven, con la desarmante fe que traduce en palabras sencillas la pequeña vidente, segura de las respuestas que da y consciente de la protección maternal que la Virgen le ha concedido. Todos los que se le acercan en esos días, sienten que la niña no es la intérprete de un sueño raro o premeditado, y acaban siendo conquistados hasta los que se le deben de oponer e investigar. Porque las Apariciones de Lourdes, aunque se pueden identificar como hechos misteriosos e inexplicables, no son sino un llamado Divino a los deberes cristianos y a las enseñanzas dadas por Jesucristo dos mil años atrás a toda la humanidad.

¿Radica aquí lo extraordinario de los acontecimientos, o en cambio extraordinaria es la voluntad Divina de renovar en los hombres las enseñanzas de Jesús el Cristo, consagradas en Su sacrificio?. Desde el día de Su nacimiento, la humanidad toda, creyente o no, divide el paso de los siglos con Su nombre (antes o después de Cristo).

“¡Orad por los pecadores, besad la tierra por ellos!.” Este es el mensaje que la “Bella Señora” transmite a Bernadette para que los hombres reencuentren la fe, su propia dignidad de cristianos y la condición de Hijos de Dios. Y desde ese momento, el Santuario se convierte en un lugar de Luz para todo el mundo.

Ella se prepara para su Primera Comunión y mientras su familia busca un alojamiento mas saludable que encuentran en Septiembre de 1.858 en casa de un repostero. Mientras, en la gruta de Massabielle suceden algunos hechos milagrosos, curas inexplicables para la ciencia médica se producen cuando los enfermos se bañan en el manantial que ha surgido en la roca viva durante los días de las Apariciones.

Manantial de la Gruta.

La vida de Bernadette se complica por los curiosos que desean verla, así que la llevan al Hospicio de Lourdes donde encuentra un poco de serenidad. Ahí puede completar su educación. Ella narra lo que le ha sucedido con sencillez y su historia conforta al que cree y deja perplejo al escéptico. En Diciembre de 1.860, es interrogada por la Comisión de la Gruta, en presencia del Obispo de Tarbes monseñor Laurence, para escuchar una vez más el relato de las Apariciones, y el Obispo lloró al escuchar que la “Bella Señora” le había dicho “Yo soy la Inmaculada Concepción”.

La Iglesia empleó cuatro años de investigaciones para examinar los hechos de los cuales Bernadette había sido la protagonista, y en 1.862 este Obispo emite su juicio sobre las Apariciones: “Existen todos los elementos de credibilidad para que la Bella Señora aparecida en Massabielle pueda ser reconocida como la Inmaculada Concepción”.

En ésta lapso de tiempo, la salud de Bernadette va empeorando a ojos vistas y al asma que ya padecía desde pequeña se añaden otras enfermedades y padece dos veces una neumonía. Está varias veces en peligro de muerte, tanto, que se le administra la Extrema Unción en varias ocasiones. Ella deseaba entrar en la congregación de Carmelitas y le es denegado este deseo por sus condiciones de salud, ya que no le sería posible seguir la dura regla de la Orden. Pero su vocación es grande y el 4 de Abril de 1.864, el día de la primera procesión de las autoridades a la Gruta, coincide con la aceptación de ingresar a la congregación de las Monjas de Nevers.

La misión que le dio la Virgen se ha cumplido: La primera capilla ha sido construida, las autoridades religiosas han desfilado en procesión hasta la Gruta de las Apariciones y Lourdes se ha convertido en un centro mundial de fe, oración y penitencia, y el mensaje de la Santa Virgen se difunde por todo el mundo.

Así transcurre la vida de Bernadette en el convento y el 22 de Septiembre de 1.878, después de 12 años de vida conventual pronuncia los votos perpetuos. En los siguientes meses su salud empeora más y el 16 de Abril de 1.879 a las 3 de la tarde, entregó su alma a Dios. Su cuerpo permanece incorrupto en un arca de cristal.

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