Los siete principios sobre los que se basa la Filosofía Hermética son los siguientes:
1. El Principio del Mentalismo.
2. El principio de Correspondencia.
3. El Principio de Vibración.
4. El Principio de Polaridad.
5. El Principio del Ritmo.
6. El Principio de Causa y Efecto.
7. El Principio de Generación.
1. El Principio del Mentalismo.
El TODO es Mente; el universo es mental.
Este Principio encierra la verdad de que “todo es mente”. Explica que el TODO, es realidad sustancial que se oculta detrás de todas las manifestaciones y apariencias que conocemos, bajo los nombres de “universo material”, “fenómenos de la vida”, “materia”, “energía”, etc., y en una palabra, todo cuanto es sensible a nuestros sentidos materiales, es espíritu, quien en sí mismo es incognoscible e indefinible, pero que puede ser considerado como una mente infinita, universal y viviente. Explica que todo el mundo fenomenal o todo el universo, es una creación mental del TODO, en cuya mente vivimos, nos movemos y tenemos todo nuestro ser.
La comprensión de éste principio hermético de Mentalismo, habilita al individuo a realizar y conocer la Ley que rige el universo mental, aplicándola a su bienestar y desarrollo. Por eso se debe emplear esta fuerza conscientemente, en vez de usarla por casualidad o ser usado por ella. Con la clave maestra en nuestro poder, el discípulo puede abrir las puertas al templo del Conocimiento mental y psíquico y entrar en el mismo, libre e inteligentemente.
Debemos tener presente cada día al despertar, que si nosotros deseamos algo verdaderamente, debemos mentalizarnos en ello, pensar que es una realidad antes de una posibilidad, y si lo deseamos verdaderamente, veremos como el universo se confabula para que se haga realidad. Este principio explica así la verdadera naturaleza de la energía, la fuerza y la materia; y el cómo y el por qué todas las cosas están subordinadas a dominio de la mente.