Cuando en 1.213 Alfonso VIII reconoce en el cuerpo incorrupto de Isidro al pastor de Las Navas, manda que además del mausoleo del santo le hagan otro en Caraquicejo para la esposa. Al cabo de los siglos, con tanto cambio de dueño, se olvidó el lugar donde estaba la santa el cual se descubrió milagrosamente, claro, el 12 de Marzo de 1.596 para construirle un nuevo mausoleo y luego trasladarlo al convento de Torrelaguna y en la Iglesia quedó una reliquia Baphomet hasta 1.635 que se llevó a ese convento. Al igual que su esposo, a María había que separarla de la Orden del Temple a toda costa. Cuando los restos fueron trasladados a Madrid, significa el fin para la Iglesia Templaria que despojada de su tesoro, pasó a ser ermita.
Hubo una gran decadencia a pesar de que la Casa de Austria la reparó y dotó y que los vecinos hacían una romería para rezar a la santa y adorar a la innominada Virgen Negra. Poco a poco y más después de un incendio, se llegó a la progresiva ruina. Originaria de Caráquiz, María Toribia fue bautizada en Uceda (Guadalajara) en la Iglesia de Nuestra Señora de Varga, así que su comienzo también es con una Virgen Negra como su futuro esposo, y esta Virgen apareció oculta en una muralla y alumbrada por una lámpara eterna.
En Magerit al año siguiente de nacer Isidro, apareció la Virgen Negra de la Almudena, también en una muralla y con luz perenne. María vive en la proximidad de otra Virgen Negra pues frente a su casa está el Santuario de Nuestra Señora de la Cabeza, siglos más tarde reconvertida en Virgen de la Piedad. Sus padres, labradores mozárabes mueren en 1.108 teniendo ella 13 años, heredando una casa y algunas tierras, siendo acogida por unos parientes de Torrelaguna donde conocerá a Isidro y casándose en 1.112 en ese Santuario. A los siete años, tienen a su hijo Illán, que cuando cumplió 21 años, ellos se separaron para vivir solo para sus devociones, según aconseja Pablo y también los Estatutos de los donados que se unían al Temple.
María se convirtió en camarera de la Virgen Negra del Santuario del Temple, Nuestra Señora de la Cabeza, cargo que en la Orden solo podía ostentar una donada o una monja Templaria. Así, viviendo como ermitaña, comenzó a realizar los extraños milagros que nadie hubiese esperado. Desde ser transportada sobre el río en crecidas para ir a sus labores en el Santuario, hasta que nunca se apagara la lumbre que portaba por mucho temporal que hubiese, tenía fama de prodigios varios. Cuando no estaba de camarera hilaba para hacerse la ropa precisa, de ahí saldría la “capa mágica” que le permitiría navegar.
El maligno envió a Magerit calumniadores para decir a Isidro que su esposa bajo aparente devoción, vivía deshonestamente con pastores, vaqueros y labradores. Entonces el santo, junto a los difamadores marchó a Caráquiz a demostrar la inocencia de su mujer. Llegaron en secreto, espiaron a María, que sin saberse observada, se dispuso a cruzar el río que venía crecido y encomendándose a la Virgen, puso la capa sobre las aguas, se montó sobre ella y navegó hasta la otra orilla sin mojarse. Isidro satisfecho y los otros asombrados, volvieron a Magerit.
Cuando falleció Isidro y su hijo retirado a un Santuario del Temple en un pueblo de Toledo, retornó a Caráquiz hasta que murió en olor de santidad el 8 de Septiembre de 1.180. Dejó para el Santuario de la Virgen, casas y tierras según hacían las donadas y pronto comenzó a ser venerada. El Temple colocó su cabeza en un relicario jefe (Baphomet) que pusieron en el altar mayor bajo la Virgen Negra. A partir de ahí, la santa recibió el sobrenombre de la Cabeza. Esto sobrepasó al clero que quiso cambiar el nombre de la Virgen por el de la Piedad.
El Santuario se convirtió en un centro de peregrinación en la comarca, lloviendo las donaciones y la cabeza de María sacada en rogativas para atraer la lluvia, como otros Baphomets Templarios. Extinguido el Temple, aunque el Santuario cambió de dueño varias veces, la monarquía no olvidó a María Toribia, cuyo culto seguirá concentrado en su cabeza. Los Reyes Católicos crearon la congregación de Santa María de la Cabeza, mas a finales del siglo XV, el Baphomet desaparece y la cabeza se venera en una urna a los pies de la Virgen.
María se apareció a un notario devoto suyo y le explicó donde hallar su cuerpo bajo la sacristía, donde estaba olvidado hacía 300 años. Así, el clero quiso que se olvidase el culto a la cabeza relacionada con el Baphomet Templario y lo indujo hacia el cuerpo. Para canonizarla se alejó éste llevándolo al convento franciscano de Torrelaguna, a lo que siguió la urna con su cabeza, tardando el proceso 52 años y por fin el 11 de Agosto de 1.697, Inocencio XII autoriza el culto.
María Toribia, se comporta como una sacerdotisa de la Madre Tierra en su adoración a la Virgen Negra de la Cabeza como una vestal, cuya misión era mantener encendido el fuego del Templo de Vesta, diosa del hogar. Como éstas eran vírgenes, María recupera la castidad apartándose de Isidro cuando va a servir a la Diosa para llevar al Santuario el aceite y el fuego; siendo el símbolo de las vestales la antorcha para encender el fuego sagrado y la jarra de vino para las libaciones. Un último atributo de María, es el huso de hilar, que la identifica tanto con las Parcas que tejen el hilo de la vida, como con la Iniciática Bella Durmiente.
(Continuará)
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