La Estrella de Belén
Como se ha nombrado, los tres reyes buscaron unas señales en las estrellas o en los sueños, que les indicara el momento de Su nacimiento, para poder otorgarle las iniciaciones búdicas al recién nacido reencarnado Lama, que sería el libertador prometido por el profeta Daniel, su gran salvador para los Magu.
En sus observancias, y en sus búsquedas, cuando vieron la aparición de la estrella, tomaron esto como la señal esperada, pero ¿por qué esta señal, y no otra?.
Diversos datos históricos bastante rigurosos indican que la fecha real probable del nacimiento de Jesús fue hacia el que, en nuestro actual calendario, sería el año 7 ó 6 a.C. Por otra parte, los avances de las ciencias astronómicas nos permiten conocer el pasado.
Podemos saber que en una zona temporal próxima a la que, de modo aproximado, se ubica el nacimiento de Jesús, tuvieron lugar algunos acontecimientos astronómicos importantes e inusuales, aparte de que el significado de la palabra estrella, en aquellos tiempos, era diferente al actual. Entre esos acontecimientos astronómicos destaca la triplicada conjunción de Júpiter y Saturno en Piscis que tuvo lugar en el año 7 a.C., un fenómeno que ocurre cada 900 años, o la gran conjunción de los planetas Marte, Júpiter y Saturno en Piscis, en un arco de menos de 8º, en febrero del año 6 a.C., fenómeno que necesita 800 años para repetirse. Y no olvidemos que, en la astrología, a Piscis se le asociaba con el pueblo judío, a Júpiter con la realeza y a Saturno con la deidad mesopotámica protectora de Israel.
En relación con la triplicada conjunción del año 7 a.C., descubierta por Kepler, el 22 de mayo de ese año tuvo lugar la primera de las tres grandes aproximaciones de los planetas, tal como se recogió en ciertos papiros egipcios.
Este fenómeno, tan espectacular e infrecuente, pudo servirles a los Magos para iniciar su viaje, con lo que la segunda conjunción, a finales de septiembre, coincidiría con su visita a Herodes. Si procedían de Arabia, Mesopotamia o lugar análogo, la duración de su viaje podría alargarse a unos 4 meses. La tercera conjunción, ocurrió a comienzos de diciembre. La hipótesis de que la estrella de Belén se trató de esa triple conjunción tuvo su origen, a principios del siglo XIX, en el obispo danés Munter.
Pero sobre todo, el hecho que los planetas Júpiter y Saturno se alinearan en la constelación Piscis, sería lo más importante para conocer el momento, pues las eras religiosas anteriores, la de Tauro, con la gran hegemonía de la ciudad de Tebas, y la de Aries, con el pueblo hebreo, y sus corderos consagrados y sacrificados, ya habían pasado, y el Sol regía ahora la constelación Piscis, y era el momento del nuevo pacto, de la nueva era, de aquí los tan reiterados dichos “pescadores de hombres”.
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