Recibimos un artículo publicado en el diario El Mundo el pasado 18 de Marzo, que reproducimos porque tiene un especial interés, y que está en cierto modo relacionado con el artículo publicado el pasado sábado, ya que muchos de los personajes, tristemente reseñados, tienen un parecido sorprendente con las líneas que aquí se escriben. El que tenga oídos, que oiga.
¿Conoces alguno?. Ponle cara con nuestro test.
Los psicópatas, según dicen los psicólogos, hacen girar el mundo. El mayor especialista actual en psicopatía, Robert Hare, autor de la escala de evaluación por excelencia para detectar este trastorno, me dijo recientemente con gesto angustiado: “Nunca debí haber centrado mi investigación en las prisiones. Debí haber pasado el mismo tiempo en la Bolsa”.
¿En serio?, es imposible que los psicópatas del mercado de valores sean tan malos como los psicópatas asesinos en serie. Los asesinos en serie, destruyen familias (replicó). Los psicópatas del mundo de la empresa y la política, arruinan economías. Pueden arruinar una sociedad entera.
Bob estaba diciendo, que esta era la sencilla explicación del mayor misterio de la historia. ¿Por qué es tan injusto el mundo?, ¿cuál es la causa de la injusticia económica salvaje, las guerras brutales, la crueldad empresarial diaria?. La respuesta: Los psicópatas.
Otra psicóloga, la profesora de Harvard, Martha Stout, me contó que los rasgos de carácter que impulsaban a determinados ejecutivos en su imparable carrera hacia la élite, son los mismos que empujan a otros psicópatas a asesinar brutalmente y a robar. Estamos hablando de locuacidad y encanto, una total (y neurológica) falta de empatía y conciencia, un ego desmesurado, una gran capacidad para mentir sin remordimientos. Si comparas los matices de sus personalidades, les encontrarás inquietantemente parecidos.
Resulta aterrador y asombroso, le dije a Martha, que ese pequeño grupo de psicópatas influyentes nos mangonee la vida al 99% de los ciudadanos de a pie. Son ellos quienes empiezan las guerras, crean la injusticia económica, colapsan el sistema financiero.
Es un pensamiento estremecedor, admitió ella. Es algo en lo que no solemos pensar demasiado a menudo. Y es que nos enseñan a creer que, en el fondo, todo el mundo tiene conciencia. Pero ellos adoran el poder, les encanta ganar. Si despojamos el cerebro humano de toda empatía y amor, no queda gran cosa excepto el deseo de triunfar.
¿Significa eso que los psicópatas predominan en los círculos más altos?, le pregunté. Si, respondió. Cuanto más asciendas por la escala social, mayor será el número de psicópatas que encuentres.
A pesar de todo, yo seguía teniendo mis dudas. Para los psicólogos puede ser fácil decir ese tipo de cosas. Ellos construyen su reputación con declaraciones polémicas como estas. Me pregunté: ¿sería posible probar estas teorías?, ¿podría convertirme en un cazador de psicópatas, entrar en los pasillos del poder, acercarme sigilosamente a directivos con fama de implacables en busca de rasgos de carácter psicopáticos?. Me pareció una idea brillante.

Y eso es lo que he estado haciendo los dos últimos años. Por eso estoy totalmente cualificado para evaluar la psicopatía. Tal vez estés en el peldaño intermedio de una gran corporación, preguntándote se posees las siniestras cualidades que te harán llegar a la cima. ¿Eres lo bastante psicópata para lograrlo?.

(continuará)