Es de una
importancia vital conocer los programas de acción de los Genios Tutelares, ya
que, como hemos visto, ellos determinan la clase de energía de la que
disponemos al nacer, el tipo de asignatura que hemos venido voluntariamente a
aprobar.

Una parte de estos programas están desarrollados en el mensaje contenido
en las plegarias y exhortos, los cuales no han de ser sólo leídos o recitados
como quien recita el rosario, sino profundamente meditados
.

Los términos empleados en estas plegarias tienen casi siempre
doble sentido, el aparente y el profundo. Por ejemplo el Genio nº 24, HAHEUIAH,
sirve, entre otras cosas, para protegernos contra los ladrones. Todos sabemos
lo que es un ladrón en el terreno práctico, pero a nivel simbólico un «ladrón»
es una tendencia que anida en nuestro fuero interno y que pretende adueñarse de
nuestros valores. Cuando actuamos despreciando los dictámenes de nuestra
conciencia, por ejemplo, estamos permitiendo que el ladrón interno campe por
sus anchas. Y esta situación interna, si no la detectamos a tiempo, puede
acabar exteriorizándose, haciendo que un ladrón de verdad aparezca en nuestra
realidad y nos quite la cartera o las joyas. El Genio 24 nos proporcionará,
pues, la luz suficiente -si recurrimos repetidamente a él- para comprender lo
que nos está pasando por dentro y para evitar que el robo se produzca en el
exterior.

Los tres
Genios Tutelares están en todo momento pendientes de sus «pupilos» y conviene
recurrir a ellos para solucionar todo tipo de problemas, dudas, padecimientos o
dilemas relacionados con el cuerpo físico, el emotivo o el mental. Siempre es
mejor dirigirse al Genio correspondiente, es decir, que para un problema de
tipo emotivo es preferible recurrir al Genio Emotivo, y lo mismo para los
demás.


Orden de Sión+++