Afirman los alquimistas que el
metal Mercurio es el más engañoso de todos, pues penetra y se evapora a través
de la substancias con que se pone en contacto. Por esto lo compararon
simbólicamente a los Señores de Mercurio, que eran consumados maestros en el
arte de penetrar los secretos de la naturaleza por medio de la mente. Mercurio
es también capaz de libertar al espíritu de su carnal prisión. Por el proceso
generador que se efectuaba en épocas propicias bajo la guía de los ángeles fue
recorriendo el hombre el sendero comprendido entre el vegetal y el dios, según
la línea de evolución trazada de antemano.
De este sendero se desvió por el
vericueto de la degeneración, seducido por los espíritus de Lucifer, y en
consecuencia está ahora por decirlo así en un cenagal del que no puede salir
sin el auxilio de otros seres más evolucionados.
Cuando el hombre se dé cuenta de
esta situación y anhele encontrar la
Luz, entrará en el sendero de regeneración, protegido por los
Señores de Mercurio, que con su sabiduría le guiaran hacia la deseada
finalidad.
Ya trataremos del método tal
como lo bosquejaron los alquimistas, cuando hayamos resumido en pocas palabras
los puntos expuestos que han de retenerse fijamente en la memoria para
comprender lo que sigue.
La energía creadora empleada por
Dios para poner en manifestación un Sistema Solar, y la energía empleada por
las divinas Jerarquías para construir los vehículos físicos de los reinos
inferiores en que han de encarnar las almas grupales, se manifiestan en la forma
dual de voluntad e imaginación, y es la misma energía masculina y femenina que
se unen para crear un cuerpo humano. Hubo tiempo en que el hombre era bisexual
y, por lo tanto, cada individuo podía propagar la especie sin el concurso de
otro. Pero la mitad de la fuerza creadora del individuo bisexual se consumió en
construirle un cerebro y una laringe para que fuese capaz de crear mentalmente,
de formar pensamientos e de enunciar la palabra de poder que los plasmara en
realidad material.
En esta operación intervinieron
tres grandes Jerarquías creadoras: Los Angeles Lunares, Los Señores de Mercurio
y los Espíritus Luciferarios de Marte.

(continuará)


Orden de Sión+++