Todas las leyendas, provienen de tradiciones de tipo oral, forjadas en pequeños relatos, casi siempre de los juglares. La del Grial, vaso o copa a quienes se le atribuyen propiedades sagradas y numerosos milagros, tiene precedentes en las ancestrales tradiciones orientales, egipcias, griegas, y fundamentalmente celtas. La más sobresaliente asegura que esta copa es la que utilizó Jesús el Cristo, en la Última Cena con sus apóstoles.

Cuenta la tradición, que José de Arimatea, primo de Jesús, fue el que se hizo con el cuerpo de Jesucristo para darle sepultura el que cogió este vaso y en él, se recogió la sangre que vertió de Su costado. José, parece que después marchó a Gran Bretaña con el vaso y su sagrado contenido. Allí, en Glastonbury, fundó la primera iglesia cristiana. Así se entiende, que todos los descendientes de José, serán los monarcas custodios del sagrado vaso. En la Edad Media, uno de éstos sucesores, será un misterioso “rey herido”, que vivía en un castillo en una tierra llamada Desolada, siendo éste uno de los sitios en el que se produjo una búsqueda minuciosa por parte de los caballeros de su tiempo. Desde ese momento, el Santo Grial, quedó en la mente de los pueblos como un objeto profundamente espiritual y misterioso, y que encontrarlo significaría la más grande y completa Iniciación.

Pero recientes investigaciones parecen indicar, que el origen de la leyenda no pertenece a los tiempos de Jesús, sino a la Edad Media, a partir de la obra de Chretien de Troyes, llamada Perceval, de finales del siglo XII. Hasta entonces, la leyenda de probable origen celta sigue latente, y Chretien de Troyes hace concebir un Grial sagrado, portado por una adolescente en un castillo donde habitaba el Rey Pescador (luego Rey Herido). Pero en realidad, no se establece ninguna relación entre el Graal y el cristianismo. La obra quedó sin terminar porque Chretien falleció antes de acabarla y muchos autores posteriores, fueron desviando la misma hacia algo de origen cristiano.

Robert de Borón en su obra “José de Arimatea”, habla del recorrido del Grial desde que José lo recoge, haciendo de éste un símbolo esencialmente cristiano. Luego, serán los viajes de los Caballeros de la Tabla Redonda que van en su búsqueda. En tiempos posteriores, también será vinculado con la alquimia y los Templarios, el Preste Juan, el Parsifal de Wagner y hasta Adolf Hitler se afanó en su búsqueda. En resumen, se trata de un objeto sobrenatural relacionado con los misterios Iniciáticos.

El principio del mito

Chretien de Troyes, que nació en 1.150, fue un poeta francés que escribió de manera destacada muchas hazañas de caballeros. Sus poemas sobre el rey Arturo y sus caballeros, son de gran inspiración.

El relato sobre el Graal o Perceval, narra la historia de una familia, cuyo progenitor queda inválido de las dos piernas, muriendo entre terribles dolores, haciéndose su esposa cargo de sacar a sus tres hijos adelante, falleciendo dos de ellos en batallas, siendo cuidado el que queda con extremo cuidado y dedicación, retirándose de la cercanía de núcleos habitados, ya que su madre desea preservarlo de cualquier violencia. Así el joven crece sin conocimientos de ninguna clase y lo único que sabia era cazar con su pequeña lanza. Sus vidas transcurren en un bosque alejado y un día, encuentra a dos caballeros muy engalanados que lo dejan deslumbrado. Éstos, le cuentan que sirven al rey Arturo y él queda convencido que algún día también será su servidor, ya que el señorío de los jinetes marcan en él el deseo de participar en grandes gestas.

Con gran entusiasmo ruega a su madre le deje ir a la corre del rey, más la dama viuda se niega rotundamente, pues es consciente de que todo su trabajo por educarlo en la no violencia y pureza interna, puede perderse. El joven sigue insistiendo durante meses, pero la madre siempre se negará. Al cabo de mucho y por su perseverancia, la insistencia da resultado y la madre accede a su petición, dándole muchas advertencias sobre la prudencia y que no se relacione con gentes extrañas.

El joven parte hacia la corte y en el camino se encuentra a una muchacha a la que le quita un anillo y un pastel de carne, además de darla un beso.

Cuando llega al castillo de Arturo, entra en la sala principal montado a caballo, pero nadie se da cuenta, ya que suceden graves acontecimientos, pues Arturo ha recibido una bofetada de un siniestro caballero, además de arrebatar la copa a la reina Ginebra y desafiar a todos los caballeros presentes. El muchacho indignado, toma su lanza y mata al osado caballero, después coge la copa y la devuelve a la reina, dejando a todos asombrados por su valentía, mas el caballero Kay, piensa ha sido un golpe de suerte y se burla de él, con lo que promete vengarse de Kay. Luego es bien recibido por Arturo y en su gran deseo de convertirse en caballero, quita la armadura a su víctima y se la pone, alejándose del castillo sin esperar a ser nombrado caballero por el propio rey. Marcha en busca de proezas, pero llegando a un bosque, se da cuenta de que no logra conducir bien al caballo y que se encuentra muy incómodo con la armadura, pero tiene la suerte de encontrarse a un maestro ideal: Gornemant de Goort, que le enseñará el manejo de las armas y como debe comportarse un verdadero caballero; como debe ser el carácter noble, proteger al más débil y ser prudente en todos sus actos. Su maestro consigue hacer de él un excelente guerrero, que además mantiene sus características inculcadas por su madre.

(continuará)

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