LA CONSPIRACION DE LAS TINIEBLAS

 

Éste es el título de un libro escrito por un ex militar e historiador británico llamado Trevor Ravenscroft, donde refiere la historia contada por el Dr. Stein, analista y asesor de Crurchill el la Segunda Guerra Mundial, el cual había conocido a Hitler en su juventud y fue testigo de la influencia que tuvo la supuesta lanza de Longino en la ambición de poder del dictador alemán.
En el año 1.909, encuentra a un joven Hitler deprimido, que se sentía fracasado por no haber podido ingresar en la Academia de Bellas Artes de Viena por incompetente. También probó en la Facultad de Arquitectura, de la cual fue también rechazado por sus bajas calificaciones. Vivía de mala manera en una pequeña pensión con un amigo, sin trabajo y agotando los ahorros de su fallecida madre, por lo que solo y amargado, pasaba las horas en la biblioteca leyendo historia, literatura y filosofía alemana. ¿Dónde había quedado su sueño de poseer en sus manos el destino del mundo y el mandato que recibiría del pueblo para guiarlo hacia la libertad?. Contaba ya con 19 años y ya nada de esto parecía que iba a suceder.
Asqueado por su presente, se dedicó a hacer bocetos en la Casa del Tesoro de los Habsburgo, aunque las coronas, cetros y joyas no le parecían de origen alemán legítimo y más bien los despreciaba. De pronto, surge un grupo de extranjeros guiados por un experto del museo y Hitler recuerda: “Aquellos extranjeros se detuvieron casi en seguida, delante del lugar en que me encontraba, mientras su guía señalaba una antigua lanza. Al principio no me molesté en escuchar lo que el guía decía de ella, pero llegó un momento, en que escuché las palabras que iban a transformar mi vida: Existe una leyenda asociada a esta lanza, que dice que cualquiera que la reclame y resuelva sus enigmas, tendrá el destino del mundo en sus manos, para lo bueno y para lo malo”.
El guía agregó, que la leyenda surgió a partir de la lanza de un centurión romano clavó en el costado de Jesús en la cruz. Se decía que ésta era la misma lanza, y Hitler se obsesionó con el objeto. “Supe desde ese instante que aquel era un momento importante en mi vida, pero no podía adivinar que un símbolo cristiano me causara esa impresión. Me quedé contemplando la lanza que parecía poseer un cierto significado oculto que se me escapaba, que de algún modo yo conocía, pero que no podía recordar”.
De inmediato y en pocos días, el joven acudió a la biblioteca y siguió en la historia el rastro de la lanza del Destino y tanto se entusiasmó al comprobar que su leyenda se iba cumpliendo siglo tras siglo, que pensó que en esa lanza estaba la clave del poder y representaba su propio destino. Abandonó el museo con la convicción de que un día él mismo reclamaría la Heilige Lance y cumpliría un papel fundamental en la historia del hombre. Este fue el germen de una de las más grandes pesadillas del siglo XX, con el advenimiento de nazismo, la guerra y la masacre.
El 12 de Octubre de 1.938, luego de concretada la anexión de Austria, Hitler ordenó a las SS apropiarse de la lanza y de todo el tesoro de los Habsburgo. Se los traslada primero a la iglesia de Santa Catalina en Nuremberg y luego, en 1.944, a un bunker secreto en la misma ciudad. Hitler conserva la lanza en su poder durante toda la guerra y ya, el resto de la historia es conocido. El régimen nazi cae ante los aliados, las tropas norteamericanas tomaron Nuremberg y el 30 de abril, descubrieron el bunker donde se guardaba el teso de los Habsburgo y se apropiaron de la lanza. Se dice que dos horas después, Hitler se suicida en Berlín con Eva Braun.
Actualmente, la Heilige Lance, se encuentra en el museo Hofburg de Viena, exactamente en el lugar donde en 1.909, el joven Hitler la vio por primera vez.
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