Para
motivaron en vuestra toma de decisión de regeneraros ya, a partir de aquí y
ahora, os he recordado una serie de datos, partiendo del Plan y la Voluntad del Padre,
hablando de los signos apocalípticos que son el SIDA y  Chernobyl, y mencionando una larga lista de
destrozos individuales, que nosotros mismos provocamos en nuestra propia vida.
También os he invitado a tomar consciencia profunda y aguda de que sois
“llamados” a ser Hijos de Dios, verdaderos Hijos, individualmente y no
colectivamente, y que cada verdadero Hijo, tiene que ganar el reconocimiento,
la consideración y la confianza de su Padre, es decir, que debe seguir todo un
proceso de filiación. Dice Jesús en el Evangelio de Tomás: “Cuando conoceréis,
seréis conocidos”, y es cierto, pues el Conocimiento es una Alquimia, una
transformación regeneradora, o lo que es lo mismo, una redención. Cuando
salimos de las tinieblas de la ignorancia, sabemos perfectamente como llamar la
atención del Padre y hacernos reconocer de Él, pues la relación se establece
directamente y sin interferencias.
  
Por eso, la Iniciación Crística
a través de los Pequeños y Grandes Misterios, es el camino real e infalible de la Generación o la Redención, pues conduce
cierta y seguramente a la fiabilidad Divina, puesto que ha sido preparado e
inaugurado por el mismo Hijo Unigénito, y el Hijo espera que le sigamos, todos
y sin excepción, los que estamos en Su Milicia. Hemos concentrado nuestros
trabajos sobre la necesidad urgente para algunos, de iniciar en concreto y en
la vida práctica el proceso de Regeneración y para otros de acelerar el mismo.
Os invito, por consiguiente, a buscar conmigo el Sendero de la Vida del Templario en el
mundo de hoy, de forma concreta y práctica.
Hace
varios años, se determinó en la
Orden un esquema general de orientación del comportamiento
Templario, utilizando el cuadro constitutivo de la persona en nueve casillas y
más particularmente las tres primeras:
Ø    
Casilla
número 1: Cuerpo del Cuerpo.
·       
Alimentación.
Primer nivel.
·       
Respiración.
Segundo nivel.
·       
Instintos.
Tercer nivel.
Ø    
Casilla
número 2. Alma del Cuerpo.
·       
Lucha
para vivir. Primer nivel.
·       
Actividad
y diligencia. Segundo nivel.
·       
Equilibrio
y paciencia. Tercer nivel.
Ø    
Casilla
número 3. Espíritu del Cuerpo.
·       
Voluntad
y espíritu de servicio. Primer nivel.
·       
Generosidad
y caridad. Segundo nivel.
·       
Humildad.
Tercer nivel.
El
Sendero de la regeneración, empieza por los principios enunciados en este
trabajo y su profundización. En primer lugar, les voy  a recordar y luego intentaré completar, y si
es posible, ir más lejos o más alto. Decía que la regla maestra del
comportamiento Templario, es la búsqueda de un justo equilibrio, “in medio staf
virtus”, y habremos superado el falso antagonismo entre el vegetarianismo y el
régimen carnívoro, diciendo que cada uno debe de buscar lo que mejor le
conviene, en función de sus propias características, de sus condiciones de vida
y del Sendero Iniciático que quiere seguir.

(continuará)

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