LOS MOTIVOS Y RAZONES

La Regeneración de
los hombres, es parte fundamental del Plan del Padre, que ha enviado a Su
propio Hijo para abrirles el camino y facilitarles el “pasaje”. Sin duda alguna
por consiguiente, puesto que no solo hemos sido “llamados” sino también
“escogidos” como soldados del Verbo, y por tanto encargados a nuestra vez de
abrir el camino a nuestros hermanos y hermanas. La Voluntad del Padre para
cada uno de nosotros, es que nos REGENEREMOS YA, AQUÍ Y AHORA, sin más pérdida
de tiempo, puesto que todo retraso, dificulta nuestra capacidad para guiar a
nuestros hermanos en el Sendero. ¿Lo entendéis bien?.

No seremos soldados de Dios fidedignos,
auténticos soldados de Dios antes de conseguir esta meta. Aquí nuestra
responsabilidad de estar comprometidos, pues muchos son los que esperan, que no
han recibido los mismos favores y las mismas gracias que nosotros, por
designios que ignoramos, aunque sin duda dependen de nuestra propia evolución.
Todos somos solidarios, pero unos, como nosotros, tienen más responsabilidades
y deberes, ya que somos llamados a ser la Luz de nuestro mundo, los pilares luminosos de la Tercera Alianza y en consecuencia,
no debemos ni podemos fallar.

La Regeneración,
está también dentro del Plan de la
Orden del Temple en la preparación de la Parusía, ya que ésta
significa la instauración del Reino, de la Alianza con la Nueva Humanidad, y ésta está
constituida por los hombres y mujeres regenerados. El Egregor terrestre del
Temple, forzosamente, debe ser constituido por Templarios regenerados, puesto
que está destinado a reunir a los hijos dispersos, que formaron el embrión de
esta humanidad.

Por eso, puedo afirmar con
absoluta convicción, que los Maestros exigen de nosotros que nos regeneremos en
el plazo más breve posible. Los Templarios, deben ser hombres y mujeres nuevos,
y es imprescindible, puesto que el Temple es la vanguardia de la
Era Nueva. Es URGENTE que nos regeneremos
por tres razones principales, por lo menos.

La primera es que el Egregor
terrestre del Temple, está a punto de nacer una segunda vez , nacer en
el Espíritu de Dios, por la misma Ley que rige la evolución del hombre, rige
también la evolución de las comunidades de los hombres. Y este RE-NACER, nos
procura una luminosa explicación de la fase preparatoria de la Última
Manifestación de nuestra Orden en la Era
Adámica, fase que llamamos “Resurgimiento”, fase alquímica que
quema las escorias e impurezas y coagulación. Y es lógico e imprescindible, que
este Nuevo Egregor, sea formado por NUEVOS TEMPLARIOS, por soldados que habrán
pasado por la alquimia correspondiente.

(continuará)

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