Autor: Monseñor F.A.
Y Dios me dijo: Hijo mío,

La verdad es un Espíritu que ama al hombre,

pero no deja sin castigo los labios del blasfemo.

Soy testigo de tus riñones, observador de tu corazón,

y escucho todo cuanto dice tu lengua.

Preserva tu lengua de la maledicencia, y la palabra más secreta no la pronuncies en vano. Recuerda también que la boca mentirosa da muerte al alma.

Proponte no decir mentira alguna; no lleva a nada bueno.

El insensato no sabe mantener el silencio, así que no le digas las cosas secretas.

Mi Palabra siempre es sincera, ciñe tu espada a tu costado por la causa de la Verdad.

Nunca seas blasfemo; no pongas mentira en tu boca.

No more en tu casa el engaño, porque el que dice mentira, no persiste delante de mis ojos.

Jesús toca en el hombro y dice: sígueme, deja todo lo que te ate y camina conmigo; no lleves carga, el camino hay que hacerlo ligero; deja que la Luz, la Verdad y la verdadera Vida vivan en ti, para que puedas caminar por donde te indico; ésto no es para ti, es para todos, y no podrás hacerlo si no eres completamente verdadero en todas las circunstancias y ocasiones.

El desarrollo del Cristo en nosotros, no ocurre sin el desarrollo de la Verdad en nosotros. Ser adalid del Cristo, es ser adalid de la Verdad.

Si engañamos aunque nos parezca en algo sin importancia, seremos engañados, hasta que aprendamos a ser totalmente verdaderos para poder ser preparados en el siguiente paso.

Si queremos realizar el Camino Crístico, tendremos que realizar la Verdad absoluta siempre, sin excusa ninguna ni comodidad.

Cada vez que mejoramos en la Verdad, nos sanamos a nosotros mismos y a los demás.

LA VERDAD SIEMPRE DA FRUTOS.

Tenemos que ser dignos, para que se nos pueda pasar el Conocimiento y podamos asimilarlo, y poder llevar la misión a través de las edades y hacer `cosas aún mayores´.

Necesitamos ponernos completamente en armonía con Dios, y Él sólo transmite la Verdad; si queremos hacerlo tendremos que ser completamente verdaderos.

Si tenemos la honestidad de Servir, tendremos que revelar la Verdad y para poder estar en conexión con esa Verdad, tendremos que ser siempre verdaderos hasta en las pequeñas cosas de la vida diaria.

ÉL IBA A LA SOLEDAD Y AL SILENCIO, Y PEDÍA POR AQUELLOS QUE PODRÍAN CONVERTIRSE EN DISCÍPULOS VERDADEROS, PERO QUE TODAVÍA SE AFERRABAN AL MUNDO Y A SUS MEDIAS VERDADES .

El no ser sinceros siempre con la Verdad, lleva a quedarse en el círculo externo; tenemos que ponernos en actitud sincera de Verdad para llegar a lo Interno.
(continuará)

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