Murmuraciones en el siglo I
Los ejemplos mencionados anteriormente, tienen que ver con personas que expresaron su descontento abiertamente. Veamos ahora otro tipo de murmuración. Cuando Jesucristo fue a Jerusalén en el año 32 con motivo de la fiesta de las Cabañas, “había mucho cuchicheo entre la gente” (Juan 7, 12, 13, 32). Las muchedumbres hablaban de Él por lo bajo, unos decían que era un hombre bueno y otros que no.
En otra ocasión, cuando el recaudador de impuestos Leví, también llamado Mateo, invitó a su casa a Jesús y a sus discípulos. Los fariseos y los escribas se pusieron a “murmurar” de decían a los discípulos de Él: “Por qué comen y beben ustedes con recaudadores de impuestos y pecadores? (Lucas 5, 27-30). Algún tiempo después en Galilea, los judíos de pusieron a “murmurar” de Jesús porque había dicho: Yo Soy el pan que bajó del Cielo. Hasta algunos de sus discípulos se escandalizaron por estas palabras y se pusieron a “murmurar”. (Juan 6, 41, 60, 61).
Un caso de murmuración que surgió unos días después de Pentecostés del año 33 tuvo un mejor desenlace. Muchos de los nuevos discípulos que habían venido del extranjero, fueron acogidos amablemente por los hermanos de Judea, pero el reparto de suministros planteó un problema. Según el relato, se suscitó una murmuración de parte de los judíos de habla griega contra los judíos de habla hebrea, porque a sus viudas se las pasaba por alto en la distribución diaria. (Hechos 6, 1).
Aquellas murmuraciones, no fue como las de los israelitas en el desierto. Los judíos de habla griega, no se quejaron egoístamente de su situación, sino que señalaron una falla en la ayuda que se daba a algunas viudas. Tampoco causaron un alboroto ni se rebelaron contra Jehová. Más bien, presentaron sus quejas a los apóstoles, quienes actuaron con rapidez al ver que la reclamación tenía fundamento. ¡Que buen ejemplo pusieron los apóstoles para los cristianos de hoy!. Estos pastores espirituales, no taparon sus oídos ante el clamor quejumbroso del de condición humilde. (Proverbios 21, 13; Hechos 6, 2-6).
(continuará)
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