En aquel tiempo, dijo Jesús: “Vosotros sois la sal de este mundo. Pero si la sal deja de ser salada ¿cómo seguirá salando?. Ya no sirve para nada, así que se la arroja a la calle y la gente la pisotea. Vosotros sois la luz de este mundo. Una ciudad situada en lo alto de un monte no puede ocultarse, y una lámpara no se enciende para taparla con alguna vasija, sino que se la pone en alto para que alumbre a todos los que están en la casa. Del mismo modo, procurad que vuestra luz brille delante de la gente, para que, viendo el bien que hacéis, alaben todos a vuestro Padre que está en el Cielo.
(Mateo 5, 13-16)
MEDITACIÓN
Hemos venido a este mundo con un objetivo. La vida nos ha sido entregada para dar sabor a la de los demás. Nuestra tarea es hacer mejor la vida de todos y cada uno de los que nos rodean. LA cuestión es ¿cómo voy a hacerlo hoy?.
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