Dijo Jesús a sus discípulos: “El que me ama, guardará mi Palabra y mi Padre lo amará y vendremos a él y haremos morada en él. El que no me ama, mi Palabra. Y la Palabra que estáis oyendo no es mía, sino del Padre que me envió. Os he hablado ahora que estoy a vuestro lado; paro el Defensor, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho. La paz os dejo, mi paz os doy. No os la doy como la da el mundo. Que no tiemble vuestro corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir:Me voy y vuelvo a vuestro lado. Si me amarais os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es más que Yo. Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda sigáis creyendo”.
(Juan 14, 23-29)

MEDITACIÓN

Señor, anuncias tu partida y prometes enviar tu Espíritu, el Defensor, el que me aclarará tantas cosas que, aunque las entiendo con la mente, no siempre las acepto con el corazón.

Orden del Temple+++, 2.013