Pedro volviéndose, vio que los seguía el discípulo al que Jesús tanto amaba, el mismo que en la cena se había apoyado en Su pecho y le había preguntado: “Señor, ¿quién es el que te va a entregar?”. Al verlo Pedro dice a Jesús: “Señor y éste ¿qué?”. Jesús le contesta: “Si quiero que se quede hasta que Yo venga, ¿a ti qué?. Tú sigueme”. Entonces se empezó a correr entre los hermanos el rumor de que ese discípulo no moriría. Pero no le dijo Jesús que no moriría sino: “Si quiero que se quede hasta que Yo venga, ¿a ti qué?”. Éste es el discípulo que da testimonio de todo esto y lo ha escrito y nosotros sabemos que su testimonio es verdadero. Muchas cosas más hizo Jesús. Si se escribieran una por una, no cabrían ni en todo el mundo”.
(Juan 21, 20-25)

Meditación

Señor, por encima de todas las palabras que pone ante mi el Evangelio de hoy, hay dos que nunca deberé olvidar: Tú, sígueme. Lo quiero con toda mi alma, porque se que eres el único a quien se puede seguir a ciegas confiado en tu amor.


© Todos los derechos reservados. Orden del Temple, 2.009