Jesús propuso esta otra parábola a la gente: “El Reino de los Cielos, se parece a un grano de mostaza que uno siembra en su huerta; aunque es la más pequeña de las semillas, cuando crece es más alta que las hortalizas y vienen los pájaros a andar en sus ramas”. Les dijo otra parábola: “El Reino de los Cielos, se parece a la levadura, una mujer la amasa con tres medidas de harina y basta para que todo fermente”. Jesús expuso todo esto a la gente en parábolas y sin parábolas no les exponía nada. Así se cumplió el oráculo del profeta: “Abriré mi boca diciendo parábolas, anunciaré lo secreto desde la fundación del mundo”.
(Mateo 13, 31-35)
MEDITACIÓN
Señor, parece insignificante lo que siebras en nuestras vidas al elegirnos para ser tu campo y bautizarnos en agua y en Espíritu, y sin embargo, es el principio de la grandiosa obra que haces a la humanidad y en mi propia vida.
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