Subió Jesús a la montaña a orar y pasó la noche orando a Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, escogió a doce de ellos y los nombró apóstoles: Simón, al que puso por nombre Pedro, y Andrés su hermano; Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago Alfeo, Simón apodado el Celotes, Judas el de Santiago y Judas Iscariote que fue el traidor. Bajó del monte con ellos y se paró en un llano, con un grupo grande de discípulos y gentes del pueblo, procedente de toda Judea, Jerusalén, de la costa de Tiro y de Sidón. Venían a oírlo y a que los curara de sus enfermedades; los atormentados por espíritus inmundos quedaban curados y la gente trataba de tocarlo, porque salía de Él una fuerza que los curaba a todos.
(Lucas 6, 12-19)
© Todos los derechos reservados. Orden del Temple, 2.009
(Lucas 6, 12-19)
MEDITACIÓN
Señor, Tú, siendo Dios, sabías bien lo que tenías que hacer, pero antes de tomar decisiones importantes, preferías retirarte a solas en diálogo con el Padre. Elegir a los apóstoles era algo de suma importancia y acertaste porque elegiste a los que el Padre quería. Espero que conmigo tampoco te equivoques, a pesar de mis flaquezas y debilidades, y mis muchas infidelidades hacia Ti. Dame Señor la fuerza que me cure y que sale de Ti.
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