Sucedió que un sábado fue Jesús a comer a casa de un jefe fariseo y otros fariseos le estaban esperando. Había allí, delante de Él un hombre enfermo de hidropesía. Jesús preguntó a los maestros de la Ley y a los fariseos: “¿Está permitido sanar a un enfermo en sábado o no?”. Pero ellos se quedaron callados. Entonces Jesús tomó al enfermo, lo sanó y lo despidió. Y dijo a los fariseos: “¿Quién de vosotros, si su hijo o su buey cae a un pozo, no lo saca en seguida aunque sea sábado?”. Y no pudieron contestarle nada.

(Lucas 14, 1-6)

MEDITACIÓN

Ninguna ley puede ser realmente válida, si su cumplimiento impide a la sociedad hacer el bien. Por tanto, debemos buscar la Ley que está por encima de la ley. Tenemos que preguntarnos si la ley que observamos, es equiparable al bien que debemos hacer a pesar de ella.

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