Exclamó Jesús: “Te doy gracias Padre, Señor del cielo y la Tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Si Padre, así te ha parecido mejor. Todo me lo ha entregado mi Padre y nadie conoce al Hijo más que el Padre y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. Venid a Mí todos los que estáis cansados y agobiados y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de Mi, que soy manso y humilde de corazón y encontraréis vuestro descanso, porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera”.
(Mateo 11, 25-30)

Meditación

Señor, se cumple la preferencia del Padre de revelar los misterios a la gente sencilla. Hoy te pido por el mundo, que deje al lado el orgullo y la falta de fe y siga unido a ti y a tu Evangelio. ¡Su fuerza eres Tú!.

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