Jesús levantó los ojos al cielo y oró diciendo: “Padre Santo, no solo por ellos ruego, sino también por los que crean en Mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno como Tú, Padre, en mí y Yo en ti, que ellos también lo sean en nosotros, para que el mundo crea que Tú me has enviado. También les di a ellos la gloria que me diste para que sean uno, como nosotros somos uno: Yo en ellos y Tú en Mí, para que sean completamente uno, de modo que el mundo sepa que Tú me has enviado y los has amado como me has amado a Mí. Padre, ese es Mi deseo, que los que me confiaste estén conmigo donde Yo estoy y contemplen Mi gloria, la que me diste, porque me amabas antes de la fundación del mundo. Padre justo, si el mundo no te ha conocido, Yo te he conocido y éstos han conocido que Tú me enviaste. Les he dado a conocer y les daré a conocer Tu Nombre, para que el amor que me tenías esté en ellos, como también Yo estoy en ellos”.
(Juan 17, 20-26)

Meditación

Señor, continúa siempre Tu oración al Padre por los que dejas en este mundo, ya que nos es necesaria. Que llegue el día en que mi unión contigo sea perfecta.

© Todos los derechos reservados. Orden del Temple, 2.009