Jesús propuso esta parábola a la gente: “El Reino de los Cielos, se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo, pero mientras la gente dormía, un enemigo fue y sembró cizaña en medio del trigo y se marchó. Cuando empezaba a verdear y se formaba la espiga, apareció también la cizaña. eEntonces, fueron los criados a decirle al amo: “Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo?, ¿de dónde sale la cizaña?”. Él les dijo: “Un enemigo lo ha hecho”. Los criados le preguntaron: “¿Quieres que vayamos a arrancarla?”. Pero él les repondió: “No, que podrían arrancar también el trigo. Dejadlos crecer juntos hasta la siega y cuando llegue la siega diré a los segadores: Arrancad primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla y el trigo, almacenadlo en mi granero”.
(Mateo 13, 24-30)
MEDITACIÓN
Señor, esta es mi vida: Entre lo bueno que Tú has sembrado y cultivado en mi, está la cizaña del enemigo, al que tantas veces presto atención y sigo torpemente sus consignas. Gracias, Señor, por tu paciencia, por la luz de tu Palabra y la fuerza de tu Espiritu.
Copyright. Orden del Temple, 2.012