Los escribas que habían bajado de Jerusalén decían: “Tiene dentro a Belzebú y expulsa a los demonios con el poder del jefe de los demonios”. Él les invitó a acercarse y les puso estas parábolas: ¿Cómo va a echar Satanás a Satanás?. Un reino en guerra civil no puede subsistir, una familia dividida no puede subsistir. Si Satanás se revela contra si mismo, para hacerse la guerra, no puede subsistir, está perdido. Nadie puede meterse en casa de un hombre forzudo para arramblar con su ajuar, si primero no lo ata; entonces podrá arramblar con la casa. Creedme, todo se les podrá perdonar a los hombres: Los pecados y cualquier blasfemia que digan, pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás, cargará con su pecado para siempre”. Se refería a los que decían que tenía un espíritu inmundo.
(Marcos 3, 22-30)

MEDITACIÓN

Señor, hoy quiero darte las gracias de corazón por tu constante perdón de mis errores de palabra y obra. Que tu Espíritu me guíe por el camino de la Vida y yo me deje guiar, hasta que mi corazón y mi vida sean un reflejo de la tuya.

Orden del Temple, 2.013