Dijo Juan a Jesús: “Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en Tu nombre, y se lo hemos querido impedir porque no es uno de los nuestros”. Jesús respondió: “No se lo impidáis, porque uno que hace milagros en mi nombre, no puede luego hablar mal de mi. El que no está contra nosotros, está a favor nuestro, y además, el que os dé a beber un vaso de agua porque seguís al Mesías, os aseguro que no se quedará sin recompensa. El que escandalice a uno de estos pequeñuelos que creen, más le valdría que le encajasen en el cuello una piedra de molino y le echasen al mar. Si tu mano te hace caer, córtatela, más te vale entrar manco en la vida, que ir con las dos manos al abismo, al fuego que no se apaga. Y si tu pie te hace caer, córtatelo, más re vale entrar cojo en la vida que ir con los dos pies al abismo. Y si tu ojo te hace caer, sácatelo, más te vale entrar tuerto en el Reino de Dios, que ser echado con los dos ojos al infierno, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga”.
( Marcos 9, 38-43; 45, 47-48)

MEDITACIÓN

Señor, tu bendita obsesión es la expansión del Reino de Dios para que los hombres se salven. Por eso, cualquier ayuda que lo haga posible, es bienvenida. Por eso, al que favorezca a los que evangelizan tendrá su premio y el que escandaliza a un pequeño, lo tiene difícil. Por todo ello, Señor, que salga fuera de mi todo lo que me impida serte fiel me cueste lo que me cueste.


© Todos los derechos reservados. Orden del Temple, 2.009