Dijo Jesús a los fariseos: “Yo me voy y me buscaréis y moriréis por vuestro pecado. Donde Yo voy, no podéis venir vosotros”. Y los judíos comentaban: “¿Será que va a suicidarse y por eso dice donde Yo voy no podéis venir vosotros?”. Y Él continuaba: “Vosotros sóis de aquí abajo, Yo soy de allá arriba; vosotros soís de este mundo, Yo no soy de este mundo. Con razón os he dicho que moriréis por vuestros pecados, pues si no creéis que Yo Soy, moriréis por vuestros pecados”. Ellos le decían: “¿Quién eres tú?”. Jesús les contestó: “Ante todo, eso mismo que os estoy diciendo. Podría decir y condenar muchas cosas en vosotros, pero el que me envió es veraz y Yo comunico al mundo lo que he aprendido de Él”. Ellos, no comprendieron que les hablaba del Padre. Y entonces dijo Jesús: “Cuando levantéis al Hijo del Hombre, sabréis que Yo Soy y que no hago nada por mi cuenta, sino que hablo como el Padre me ha enseñado. El que me envió está conmigo, no me ha dejado solo, porque Yo hago siempre lo que le agrada”. Cuando les exponía esto, muchos creyeron en él.
(Juan 8, 21-30)
MEDITACIÓN
Señor, sin tu compañía, mi vida es muerte, sin ti no puedo hacer nada bueno. Por eso, como respuesta de que te vas, te ruego con todas las fuerzas de mi alma, que no te vayas de mi vida, ¿qué sería de mi sin ti?.
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