En aquel tiempo, dijo Jesús: “Tened cuidado y no dejéis que vuestro corazón se endurezca por los vicios, las borracheras y las preocupaciones de esta vida, para que aquél día no caiga de pronto sobre vosotros como una trampa, porque así vendrá sobre todos los habitantes de la Tierra. Permaneced vigilantes, orando en todo tiempo para que podáis escapar de todas esas cosas que van a suceder y para que podáis presentaros ante el Hijo del Hombre”
(Lucas 21, 34-36)
MEDITACIÓN
¡Mi corazón!…., lo más hermoso que me diste y a la vez lo más vulnerable. Cuidarlo debiera ser una de mis tareas primordiales, pero tantas veces lo descuido y se pierde y me pierdo con él. Maestro, me instruyes, me aconsejas que ore buscando tu presencia. Mi corazón no será perfecto, pero contigo, sabrá evitar el engaño, lo falso, lo que me hace caer y alejarme de Ti.
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