En aquel tiempo dijo Jesús:” Vosotros sois la sal de este mundo. Pero si la sal deja de ser salada ¿cómo seguirá salando?. Ya no sirve para nada, así que se la arroja a la calle y la gente la pisotea. Vosotros sois la luz de este mundo. Una ciudad que está en lo alto de un monte no puede ocultarse y una lámpara no se enciende para taparla con alguna vasija, sino que e la pone en alto para que alumbre a todos los que están en la casa. Del mismo modo, procurad que vuestra luz brille delante de la gente, para qua viendo el bien que hacéis, alaben todos a vuestro Padre que está en el Cielo.

(Mateo 5, 13-19)

MEDITACIÓN

No estamos en el mundo sólo para aprovechar lo que éste puede darnos. Tenemos la responsabilidad de continuar el trabajo de Jesús y cuidar de los demás como Dios cuida de nosotros, manteniendo vivo el fuego de la fe.

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