En aquel tiempo, dijo Jesús s la gente: “¡Ay de vosotros, maestros de la Ley y fariseos, hipócritas!, que sois como sepulcros blanqueados, hermosos por fuera pero llenos por dentro de huesos de muertos y toda clase de impurezas. Así sois vosotros: Por fuera, ante la gente, parecéís buenos, pero por dentro estáis llenos de hipocresía y maldad. ¡Ay de vosotros, maestros de la Ley y fariseos, hipócritas!, que construís los sepulcros de los Profetas y adornáis los monumentos funerarios de los hombres justos, y luego decís: Si hubiéramos vivido en los tiempos de nuestros antepasados, no los habríamos ayudado a matar a los Profetas. Con esto, vosotros mismos os reconocéis descendientes de aquellos que mataron a los Profetas. ¡Acabad de hacer, pues, lo que vuestros antepasados comenzaron!”.

( Mateo 23, 27-21 )

MEDITACIÓN

Es fácil jugar a ser cristianos y comportarnos religiosamente, en ves de ser santos en la práctica. Cuando tomamos la decisión de dar una limosna o no darla, de amar o no amar, de perdonar o no perdonar, entonces descubrimos lo que realmente somos.

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