En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: “El que os dé aunque sea un vaso de agua por ser vosotros de Cristo, os aseguro que tendrá su recompensa. Al que haga caer en pecado a uno de estos pequeños que creen en Mi, más le valdría que le arrojaran al mar con una gran piedra de molino atada al cuello. Si tu mano te hace caer en pecado, córtala; es mejor par ti entrar manco en la vida, que con las dos manos ir a parar al infierno, donde el fuego no se puede apagar. Y si tu pie te hace caer en pecado, córtalo; es mejor para ti entrar cojo en la vida que con los dos pies ser arrojado al infierno, donde los gusanos no mueren y el fuego no se apaga. Porque tofos serán salados con fuego. La sal es buena, pero si deja de ser salada, ¿cómo volveréis a hacerla útil?. Tened sal en vosotros y vivid en paz unos con otros”.
(Marcos 9, 41-50)
MEDITACIÓN
Tienes la capacidad de ser puente o causa de caída; tienes la capacidad de ser sal (hacer que tu vida se útil) o no salar, (con lo que no servirás para nada. Jesús te invita a ser responsable de tus acciones, ya que tienen el poder de ser causa de salvación o perdición para otros y para ti mismo.
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