Dijo Jesús a sus discípulos: “El Hijo del Hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianois, Sumos Sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar el tercer día”. Y dirigiéndose a todos dijo: “El que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz cada día y se venga conmigo. Pues el que quiera salvar su vida la perderá, pero el que pierda su vida por mi causa, la salvará. ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde o se perjudica a sí mismo?”.
(Lucas 9, 22-25)
MEDITACIÓN
Deñor, confieso por revelación del Padre, que Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, mi Señor y amigo fiel. Quiero que las prácticas cuaresmales, me ayuden a ser testigo de esta Tu Divina realidad y nunca me deje mentalizar por el espíritu del mundo, que rechaza seguirte con la cruz.