Dijo Jesús: “El que viene de lo alto está por encima de todos. El que es de la Tierra, es de la Tierra y habla de la Tierra. El que viene del cielo, está por encima de todos, de lo que ha visto y ha oído da testimonio y nadie acepta su testimonio. El que lo acepta certifica la veracidad de Dios. El que Dios envió, habla las palabras de Dios, porque da el Espíritu con medida. El Padre ama al Hijo y todo lo ha puesto en Su mano. El que cree en el Hijo posee la vida eterna; el que no cree en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios pesa sobre él.”
(Juan 3, 31-36)

Meditación

Señor, creo, pero aumenta mi fe en ti, en el Padre que te envió y en el Espíritu que das en abundancia. Reconozco que soy de la Tierra y ello tiende a atraer mi corazón, pero Tú, que has bajado de lo alto, échame una mano y viviré.


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