Dijo Jesús a sus discípulos: “Os aseguro que lloraréis y os lamentaréis vosotros, mientras el mundo estará alegre, vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría. La mujer, cuando va a dar a luz siente tristeza, porque ha llegado su hora, pero en cuanto da a luz al niño, ni se acuerda del apuro, por la alegría de que al mundo le ha nacido un hombre. También vosotros ahora sentís tristeza, pero volveré a veros y se alegrará vuestro corazón y nadie os quitará vuestra alegría. Ese día, no me preguntaréis nada”.
(Juan 16, 20-23)

Meditación

Señor, ciertamente se cumple Tu palabra, pues parece que el mundo está alegre mientras a tus discípulos nos entristece la inminencia de Tu partida. Si conocieran el don de Dios…., pero no, desprecian lo que ignoran. Y hacen falta testigos de Tu amor, que digan al mundo donde está la verdadera alegría.

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