Los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron por qué hablaba a la gente por medio de parábolas. Jesús les contestó: “A vosotros, Dios os da a conocer los secretos de Su Reino, pero a ellos no, pues al que tiene, se le dará más y tendrá de sobra, pero al que no tiene, hasta lo que tiene se le quitará. Por eso les habló por medio de parábolas, porque ellos miran pero no ven; escuchan, pero no oyen ni entienden. En ellos se cumple lo que dijo el profeta Isaías: Por mucho que escuchéis no entenderéis; por mucho que miréis, no veréis. Pues la mente de este pueblo está embotada, son duros de oído y han cerrado sus ojos para no ver ni oír, para no entender ni volverse a Mi y que Yo los sane. Pero dichosos vosotros, porque tenéis ojos que ven y oídos que oyen. Os aseguro que muchos profetas y gente buena, desearon ver lo que vosotros ves y no lo vieron; desearon oír lo que vosotros oís y no lo oyeron”.
(Mateo 13, 10-12)
MEDITACIÓN
Creer, amar, perdonar, cambiar, son decisiones serias que se toman en algún momento de la vida. La libertad cuenta con un estímulo que toca los sentidos, pero es la conciencia personal la que determina un si o un no. Pide a Jesús, la gracia de que todo lo que percibas a tu alrededor, sea acogido con una mente y un corazón tranquilos, libre de perturbaciones inútiles que sólo retardan tu tiempo de compromiso y entrega.
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