Se acercaron a Jesús los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, y le dijeron: “Maestro, queremos que hagas lo que te vamos a pedir”. Les preguntó: “¿Qué queréis que haga por vosotros?”. Contestaron:; “Concédenos sentarnos en Tu gloria uno a Tu derecha y otro a Tu izquierda”. Jesús replicó: “No sabéis lo que pedís, ¿sois capaces de beber el cáliz que Yo he de beber, o de bautizaros con el Bautismo que Yo me voy a bautizar?”. “Lo somos”, contestaron. Jesús les dijo: “El cáliz que Yo voy a beber lo beberéis y os bautizaréis con el Bautismo que Yo me voy a bautizar, pero el sentarse a Mi derecha o Mi izquierda, no me toca a Mi concederlo, está ya reservado”. Los otros diez, se indignaron contra Santiago y Juan. Jesús reuniéndolos les dijo: “Sabéis que los que son reconocidos como los jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen. Vosotros, nada de eso: El que quiera ser grande, sea vuestro servidor y el que quiera ser el primero, sea esclavo de todos. Porque el Hijo del Hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar Su vida en rescate por todos”.
(Marcos 10, 30-45)
(Marcos 10, 30-45)
MEDITACIÓN
Señor, hoy quiero pedirte por tantos cristianos, que lejos de las ambiciones terrenas, son capaces de beber cada día el cáliz de la pobreza, de la entrega a los demás, de fraternidad con todos, renunciando a las cosas del mundo por seguirte.
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