En aquel tiempo dijo Jesús: “Os digo que si no superáis a los maestros de la Ley y a los fariseos en hacer lo que es justo delante de Dios, no entraréis en el Reino de los Cielos. Habéis oído que a vuestros antepasados se les dijo: “No mates, pues el que mata será condenado. Pero Yo os digo , que todo aquel que se enoje contra su hermano será condenado; el que insulte a su hermano será juzgado por la Junta Suprema y el que injurie gravemente a su hermano se hará merecedor del fuego del infierno. Así que, si al levar tu ofrenda al altar te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí mismo delante del altar y ve primero a ponerte en paz con tu hermano. Entonces podrás volver al altar y presentar tu ofrenda. Si alguien quiere llevarte a juicio, procura ponerte de acuerdo con él mientras aún estés a tiempo para que no te entregue al juez, porque si no, el juez te entregará a los guardias y te meterán en la cárcel. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que pagues el último céntimo”.
(Mateo 5, 20-26)
MEDITACIÓN
Jesús no fija límites concretos a la nueva Ley del Amor que propone. La Ley de Moisés era más exacta, pero Jesús habla de superarla y deja al corazón y a la sinceridad de cada persona, a su juicio, esa medida que supere la Ley del Talión. Creer en Ti, Señor, me ayuda a madurar.
© Todos los derechos reservados. Orden del Temple, 2.011