Un día de aquéllos, Jesús atravesaba un sembrado; los discípulos, que tenían hambre, empezaron a arrancar espigas y a comérselas. Los fariseos al verlo le dijeron: “Mira, tus discípulos están haciendo una cosa que no está permitida en sábado”. Les replicó: “¿No habéis leído lo que hizo David cuando él y sus hombres sintieron hambre?. Entró en la Casa de Dios y comieron de los panes presentados, cosa que no estaba permitida ni a él ni a sus compañeros, sino sólo a los sacerdotes. ¿Y no habéis leído en la Ley que lo sacerdotes pueden violar el sábado en el templo sin incurrir en culpa?. Pues os digo que aquí hay uno que es más que el templo. Si comprendierais lo que significa “quiero misericordia y no sacrificios”, no condenaríais a los que no tienen culpa. Porque el Hijo del Hombre, es Señor del sábado”.
(Mateo 12, 1-8)

Meditación

Señor, quieres misericordia y no sacrificios. Y aquí me tienes, más justiciero con los demás, que compasivo y comprensivo ante las debilidades ajenas. Dame Tu Espíritu, para que todos los días, todas las semanas, pase por este mundo como Tú, haciendo el bien, amando, no juzgando ni condenando y teniendo misericordia con los extraviados.

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