Después de esto, Jesús anduvo por muchos pueblos y aldeas proclamando y anunciando el Reino de Dios. Le acompañaban los doce apóstoles y algunas mujeres que Él había librado de espíritus malignos y enfermedades. Entre ellas, estaba María, la llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios; también Juana, esposa de Cuza, el administrador de Herodes, Susana y otras muchas que los ayudaban con lo que tenían.
(Lucas 8, 1-3)
MEDITACIÓN
Jesús es capaz de crear nuevas relaciones y re-crear las existentes. Su misión necesita colaboradores, personas dispuestas a ofrecerlo todo por Su Reino. Hay mucho trabajo en el Reino de Jesús, donde nadie debe sentirse desplazado o marginado. Pide a Jesús la gracia de saber incluir en tu comunidad, grupo, amigos, a todo aquel que manifieste un interés por hacer algo por Jesús.
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