Dijo Jesús a sus discípulos: “Habéis oído el mandamiento “no cometerás adulterio”. Pues Yo os digo: El que mira a una mujer casada deseándola, ya ha sido adúltero con ella en su interior. Si tu ojo derecho te hace caer, sácatelo y tíralo. Más te vale perder un miembro que ser echado entero en el infierno. Si tu mano derecha te hace caer, córtala y tírala, porque más te vale perder un miembro que ser echado entero en el infierno. Está mandado: “El que se divorcie se su mujer, excepto en caso de impureza, la induce al adulterio y el que se case con la divorciada, comete adulterio”.
(Mateo 5, 27-32)
MEDITACIÓN
Señor, sácame un ojo, córtame una mano…, resulta muy duro para una mente humana. Pero tú me hablas de los criterios que deben regir mi vida, la de ahora y la de más allá, y todo lo que me impida caminar hacia lo que me prometes, hay que echarlo fuera con decisión de corazón.
Orden del Temple+++, 2.013