Dijo el Señor: “Suponed que un criado vuestro trabaja como labrador o como pastor, cuando vuelve del campo ¿quié de vosotros le dice: En seguida, ven y ponte a la mesa. ¿No le diréis, prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo y después comerás y beberás tú?. ¿Tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado?. Lo mismo vosotros: Cuando hayáis hecho todo lo mandado, decid: Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer”.
(Lucas 17, 7-10)
MEDITACIÓN
Seór, para decirte que sólo soy un pobre siervo tuyo y he hecho lo que tenía que hacer, hay que ser manso y humilde de corazón y serte fiel. Unas veces no me creo tan pobre siervo, me falta humildad, otras, no hago lo que debo, me falta fidelidad. ¡Ayúdame a tener esas dos grandes virtudes, Señor!.
Copyright. Orden del Temple, 2.012