En aquel tiempo Jesús dijo a sus discípulos: “No penséis que Yo he venido a poner fin a la Ley de Moisés y a las enseñanzas de los Profetas. No he venido a ponerles fin, sino a darles su verdadero sentido. Porque os aseguro que mientras existan en el cielo y la tierra no se le quitará a la Ley ni un punto ni una coma, hasta que suceda lo que tenga que suceder. El que los obedezca y enseñe a otros a hacer lo mismo, será considerado grande en el Reino de los Cielos. Habéis oído que a  vuestros antepasados se les dijo: “No mates, pues el que mate será condenado”. Pero Yo os digo que todo aquel que se enoje contra su hermano será condenado; el que insulte a su hermano, será juzgado por la Junta Suprema, y el que injurie gravemente a su hermano, se hará merecedor del fuego del infierno. Así que, si al llevar tu ofrenda al altar te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí mismo tu ofrenda delante del altar y ve primero a ponerte en paz con tu hermano. Entonces podrás volver al altar y presentar tu ofrenda”.
(Mateo 5, 17-37)
MEDITACIÓN
El no amor al hermano, comienza con el enfado y puede llegar a matar. El adulterio comienza con una mirada de codicia y acaba con la ruptura de un matrimonio. Perder la credibilidad de tus síes o de tus noes, puede llegar a ser muy fácil. Tienes frente a ti la opción de amar o no amar, y es la decisión más importante de tu vida. ¡No la eludas!.

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