Dijo Jesús a sus discípulos: “La paz os dejo, Mi paz os doy; no os la doy como la da el mundo. Que no tiemble vuestro corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir que me voy y vuelvo a vuestro lado. Si me amarais, os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es más que Yo. Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando pase, sigáis creyendo. Ya no hablaré mucho con vosotros, pues se acerca el Príncipe del mundo, no es que él tenga poder sobre Mí, pero es necesario que el mundo comprenda que Yo amo al Padre y lo que el Padre me manda Yo lo hago”.
(Juan 14, 27-31ª)

Meditación

Señor, me alegro que vayas al Padre desde donde viniste para salvarnos. Desde allí, continúas la obra salvadora intercediendo para que la paz que el mundo no nos puede dar, venga de Ti, por eso mi corazón no tiembla porque el Espíritu que enviarás me dará fortaleza para seguir Tu ejemplo de obediencia al Padre.

© Todos los derechos reservados. Orden del Temple, 2.009