Exclamó Jesús: “Venid a mi todos los que estáis cansados y agobiados y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mi, que soy manso y humilde de corazóny encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera”.
(Mateo 11, 28-30)
MEDITACIÓN
Señor, nos invitas a aprender de ti, manso y humilde de corazón, pero no dices cómo y dónde se aprende eso, a no ser por la oración. Por eso, hago de tus palabras mi oración diaria y acudo a ti, cansado y agobiado y deseo experimentar tu alivio y lo fácil que es cargar con tu yugo, cuando se desea imitarte.
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